Puigdemont volvió a Bélgica para seguir su lucha por la independencia
El expresidente del gobierno catalán intentará mantener las riendas de la política regional en pleno deshielo con Madrid. Su regreso se produjo luego de estar detenido en Alemania.
El líder independentista catalán, Carles Puigdemont, regresó ayer a Bélgica decidido a internacionalizar su lucha por la independencia de Cataluña, al tiempo que intenta mantener las riendas de la política regional en pleno desencuentro con Madrid.
El expresidente catalán llegó a la delegación de Cataluña ante la Unión Europea (UE) en Bruselas procedente de Alemania, donde pasó los últimos cuatro meses desde su detención y hasta que España retiró de nuevo una orden de extradición contra él.
“Mi actividad política se centrará en Bélgica. Naturalmente, con la voluntad de continuar el mandato de la gente” de convertir Cataluña en una república independiente y trabajar por los políticos catalanes “injustamente encarcelados”.
Puigdemont, un periodista de 55 años, regresa al corazón de Europa fortalecido por la decisión de la justicia española y, desde la llamada Casa de la República en Waterloo, intentará desplegar el Consejo de la República, una especia de órgano dirigente del independentismo en el exilio.
El objetivo del expresiden- te regional, que reconoció que “ningún” Estado europeo le apoya, es llevar a cabo allí “actividades en la línea con lo que aprobó el pueblo de Cataluña el 1 de octubre” cuando se celebró un referéndum ilegal de independencia, marcado por cargas policiales.
Su regreso a Bélgica, adonde se marchó días después que el entonces gobierno español de Mariano Rajoy asumiera la tutela de la región por una fallida declaración de independencia el 27 de octubre, pone fin a un periplo por Europa que lo condujo a prisión en Alemania.
Las autoridades alemanas lo detuvieron el 25 de marzo por una euroorden emitida por España y aceptaron en julio extraditarlo sólo por el delito de malversación de fondos, y no por el de rebelión.