La rionegrina María Luisa
LOS DISEÑOS DE MARÍA LUISA FRACCHIA, QUE EVOCAN SU PATAGONIA NATAL, FUERON LUCIDOS POR LAS REINAS LETIZIA Y MÁXIMA. AFINCADA EN MADRID, EXTRAÑA RÍO NEGRO Y CONFIESA SOBRE SU EXITOSO PRESENTE: “HAY QUE CREER EN LO INIMAGINABLE”.
Fracchia se inspira en los paisajes de la Patagonia para diseñar, desde Madrid, joyas que conquistaron a la realeza. En el Viejo Continente las lucen las reinas Letizia y Máxima.
Simple, simpática y súperencantadora en el trato, María Luisa Fracchia evoca con emoción cuando recibía la revista Nueva, en los tiempos en los que todavía residía en la Argentina. Nacida en la patagónica Catriel, en el extremo norte de la provincia de Río Negro, se desempeñó durante quince años como profesora y coordinadora de Inglés en un colegio en Cipolletti. Pero en 2006 su realidad cambió por completo, cuando voló hacia Europa para radicarse en Madrid, acompañando a su marido geólogo. Para distraerse y ocupar los casilleros vacíos de su agenda, empezó a interesarse por las gemas y las perlas. A partir de allí, se convirtió en una experta en la materia, con reconocimientos a nivel internacional y el orgullo de que Máxima y Letizia, las reinas consortes de Holanda y España respectivamente, eligieran sus diseños ideados con tecnología de última generación.
Desde el atelier que tiene a los pies de la céntrica Puerta del Sol, “Lisi”, perito en gemas, recuerda el puntapié dentro de este universo tan
particular. “Nunca fantaseé con este presente. En mi época como profesora, mis joyas eran mis alumnos. Y los únicos accesorios que me puse cuando me casé fueron mis pendientes de perlas de toda la vida y mi alianza de oro - comenta. Y repasa-. Cuando a mi marido le ofrecieron un empleo en España, me anoté en un curso de perlas en el Instituto Gemológico Español. Para mi primer Día de la Madre confeccioné sesenta collares de perlas inspirados en mujeres que fueron una gran influencia para mí. Fui muy elogiada en un evento organizado por la International Newcomers Club of Madrid, lo que me entusiasmó para especializarme en Gemología. Después nos trasladamos cuatro años a Río de Janeiro, ¡el paraíso de las gemas y los