Penna: los niños con tratamientos oncológicos necesitan ayuda
Los niños pasan largas horas, días y -algunos- semanas y meses internados. Para que su estadía sea más llevadera, los médicos organizan una campaña solidaria.
El Servicio de HematoOncología del Hospital Penna, integrado por los pediatras Mónica Hernández Horacio Caferri y Gimena Gil, brinda atención a pacientes con leucemias, linfomas, tumores cerebrales y otros menos frecuentes, como anemias y púrpuras, tanto de nuestra ciudad como de la zona.
Ellos conocen mejor que nadie las horas, días y hasta meses que pasan internados los "pacientitos" con cáncer recibiendo quimioterapia, por lo que decidieron tratar de hacerles pasar ese tiempo lo más llevadero posible.
"Terminamos de juntar entre todos el dinero para comprar juguetes para el Día del Niño y le dije a Giselle, la secretaria del servicio de hematología, que si sobraba algo que lo invirtiéramos en libros para formar una biblioteca. Los chicos pasan mucho tiempo en esas salas infundiéndose la quimio para sus tratamientos. Algunos están una hora, otros 6, mientras que otros se tienen que quedar varios días para hacer bloques de quimio y otros permanecen internados por otros motivos que son muy frecuentes como infecciones, llegando a estar 15 días o meses. Por eso necesitamos hacer que sus días no sean tan pesados, que los puedan sobrellevar de otra manera", dijo la hemato-oncóloga Mónica Hernández.
Si bien ya comenzaron a llegar las donaciones de libros, el Servicio no posee un lugar físico para guardarlos y condiciones higiénicas para que el polvillo no afecte la salud de los chicos que son inmunocomprometidos.
"Lo ideal sería que fueran libros nuevos y si son usados, en óptimas condiciones. Pero también necesitamos que un carpintero nos haga una biblioteca con puertas para mantener a los libros alejados del polvo".
El Hospital Penna, a nivel público y el Italiano, de carácter privado, son las dos únicas instituciones que tratan a pacientes oncológicos pediátricos.
"Acá todo se hace a pulmón. Estamos intentando que nos den una sala más amplia, con luz natural, porque donde estamos es todo cerrado, muy pequeño y con la cantidad de chicos que se van agregando a veces se complica el tema del espacio. Yo me formé en el Garrahan, donde tienen un hospital de día impecable, con sala de juegos para que los chicos mientras están realizando la quimio puedan estar entretenidos en otra cosa, pero para mejorar la parte edilicia nos falta mucho y tenemos que arreglarnos con lo que tenemos", destacó emocionada.
Además de los libros y la biblioteca, la gente puede colaborar con otras cosas simples y que están al alcance de todos: alcohol en gel (por el traspaso de las bacterias), fibras, crayones, témperas, pinceles, acuarelas, hojas y libros para pintar. Y para los más grandes, alguna novela juvenil y los que puedan, alguna playstation o joystick.
"Hay una sola play para que jueguen los chicos pero no se puede usar porque los joystick están rotos. Y esos aparatos en la sala de aislamiento ayudan a que el tiempo pase más rápido", agregó.
"Cuesta hacerlos leer a los más grandes, pero confío en hacerlos volver un poco a las páginas de libros que tanto te abren la mente, mucho más que una tablet o un celular", destacó Mónica.
Los que puedan colaborar con algunas de estas cosas podrán acercarlas hasta la mesa de entrada del Hospital Penna, entrando por la puerta principal, o llamar a Giselle, la secretaria del servicio, al 291-5768439.