El importante rol de las empresas familiares
Silvia Batista, directora de la sede Regional del Instituto Argentino de la Empresa Familiar, hizo un análisis.
Con una forma innovadora para llevar su mensaje, el Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF) organizó la semana pasada una actividad cultural denominada “La orquesta y sus semejanzas con la empresa familiar”.
Con 12 músicos en escena, dirigidos por el prestigioso maestro español Jordi Mora, se demostró la importancia de los roles en el desarrollo de un estilo emprendimiento muy particular que proyecta su futuro a largo plazo.
“El evento se enfoca en el paralelismo entre una empresa familiar y una orquesta. A través de la obra se desarrollan varios aspectos, como los valores y la armonía para conseguir el objetivo final, que es que todo funcione correctamente. También habla de los roles. Algunos que parecen sin importancia, pero que en el conjunto de las cosas son vitales”, resumió la licenciada Silvia Batista, Directora de la sede Regional del Instituto Argentino de la Empresa Familiar, que funciona en nuestra ciudad desde 2013.
Fue la segunda vez que el trabajo de Jordi Mora se presentó en el país, a través de las gestiones de la licenciada Natalia Christensen, Directora de Capacitación de IADEF.
“Resume perfectamente el pensamiento global del Instituto. De repente, cuando se habla de empresa familiar se lo relaciona con aquellas pymes pequeñas que recién empiezan y sin embargo, en nuestra ciudad, hay empresas familiares con muchos años de trayectoria y que han crecido exponencialmente”, esgrimió Batista.
Y agregó: “Para una empresa de familia, lo más importante no es el resultado económico-financiero, sino que lo trascendental radica en la continuidad de la empresa a través de las genera- ciones. Y eso no es sencillo. Por eso son tan importantes diferenciar los roles, el trabajo en equipo y, fundamentalmente, la comunicación”.
Batista remarcó los obstáculos que atraviesan este tipo de compañías cuando plantean su continuidad.
“El primer período, el que está a cargo del fundador, no es el más importante, sino el siguiente, que es lograr el traspaso hacia la siguiente fase para que la empresa siga funcionando y sea per- durable”.
Según señaló, hay un altísimo porcentaje de empresas que no logran superar esa primera etapa.
“A nivel mundial, las estadísticas indican que de 100 empresas familiares, menos del 30 por ciento logra continuar en la segunda generación. Y el porcentaje sigue bajando para la tercera. En nuestro país, las agrícola ganaderas son las que superan con mayor facilidad ese trance. Incluso, hay varias que ya van por la quinta generación. Pero en otros países, hay empresas con hasta 15 generaciones. Eso lleva un trabajo articulado”.
Por eso, el Instituto Argentino de la Empresa Familiar trabaja para mejorar estos índices.
“Desde mi experiencia, creo que la dificultad de relación intergeneracional y la desprofesionalización son las causas de los fracasos para el traspaso. Generalmente, lo que sucede, es que una empresa está muy identificada con su fundador y no logra el traspaso a manos de otro, que llega con otra mirada. Aquí, lo que falla es la previsión para ir trabajando en el cambio de mando que, indefectiblemente, va a suceder”.
“Hay que sensibilizar a las personas para que se reconozcan como empresas familiares y que trabajen con ese fin. El segundo paso, es reconocer ésta característica como una ventaja competitiva. A partir de allí, todo resulta más sencillo”.
“En nuestra ciudad, hay empresas familiares con muchos años de trayectoria y que han crecido exponencialmente”, señaló la licenciada Batista.