Dos escuelas secundarias y una amenaza inquietante por WhatsApp
Primero fue en el Instituto José Manuel Estrada y, a los pocos días, en el excolegio Nacional. Dicen que fueron bromas, pero todavía resuenan los ecos del tiroteo trágico sucedido en 2004 en un aula de Carmen de Patagones.
Todo empezó con un mensajito en un grupo cerrado de WhatsApp: “Soñé que hacía una masacre en la escuela”. Lo contó un alumno de tercer año del colegio católico José Manuel Estrada. Además, el adolescente dijo que tenía ganas de concretar su sueño y que usaría explosivos.
A pesar de que era un grupo cerrado en el que algunos compañeros de curso coordinaban un faltazo colectivo para el pasado 15 de agosto (fecha en que se festeja la Asunción de la Virgen María), el mensajito se filtró entre padres y docentes, y llegó a manos de las autoridades del colegio, que radicaron una denuncia como lo exige el protocolo de actuación de 2017 de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense. Y cobró más fuerza cuando se viralizaron otros mensajes sobre supuestos allanamientos que fueron descartados por fuentes de la policía.
Las autoridades educativas dieron intervención al Equi- po de Orientación Escolar, que se entrevistó con la madre del chico.
Donde sí hubo un allanamiento fue en la casa de Aaron, un joven de 18 años que asiste a la Escuela Secundaria Nº 5 “Benito Ángel Facetti”, excolegio Nacional de Punta Alta.
¿Qué pasó? Otra vez un mensajito de WhatsApp: “El día martes 14 de agosto va a haber una masacre en el colegio Nacional, entrando un alumno con un arma a matar a directivos. Difundir. Colegio Nacional. Mmm vos decís?”.
Según los padres del alumno, que había recibido el celular hacía pocos días como regalo de cumpleaños, lo hizo con otros tres compañeros como una travesura de mal gusto que terminó con la DDI entrando a su casa y llevándose 6 celulares y una netbook.
“Se copiaron de lo que pasó en el Estrada. Fue una pavada. Mi hijo está remal y es consciente de lo que hizo —se lamentó su mamá, Susana—. No pensó que esta joda iba a terminar así. No es un chico rebelde ni de mala conducta. Y acá no hay armas. Lo hizo por pavo con los otros tres, nada más que el mensaje salió del celular de mi hijo. Los otros se lavaron las manos”.
De acuerdo con la policía, lograron identificar la procedencia y al autor del mensaje, por lo que el Juzgado de Ga- rantías Nº 4 del doctor Guillermo Mércuri autorizó el procedimiento en la casa del sospechoso, Alvear al 300 de Ciudad Atlántida, por “intimidación pública”. ¿Expulsión?
“Aaron es un chico aplica- do e inteligente aunque un poco vagó, sí. En 2012 recibió un premio por su participación en las XIII Olimpíadas Colegiales de Poesía y la escuela le pagó el pasaje para ir a Buenos Aires a esa competencia —destacó su mamá—. Todo esto que hizo fue una pavada”.
Agregó que cuando el director del colegio, Mauro Paganini, se enteró de quién era el dueño del celular desde el que había salido el mensaje, le dijo: “Me decepcionaste”.
Los padres de Aaron quedaron preocupados por la situación escolar del joven: “Paganini me dijo que fue una falta muy grave y que podrían expulsarlo del colegio. Que vaya viendo de anotarse en un CENS, le dijo. No lo pueden dejar sin estudiar a esta altura del año”, se lamentó el papá, Víctor Hugo. Paganini le dijo a La Nueva.
que el chico fue suspendido unos días y que ya se reintegró a las aulas "como corresponde" y que "en ningún momento se habló de expulsar al pibe", aunque no quiso dar más detalles de lo sucedido.