MACANUDO, LINIERS
Algunas personas descubren su vocación con los años, incluso de muy adultos. No fue este el caso. Ya de chiquito, cuando se obsesionaba por trasladar al papel el Mazinger Z vigoroso que veía en la pantalla, sentía algo diferente. Nacía un dibujante y un historietista que daría que hablar. Nacía Liniers. “Me cuesta definirme: no sé qué poner en el pasaporte”, contó alguna vez. Estas últimas semanas lo tienen con una sonrisa de oreja a oreja: recibió el premio Eisner 2018, el equivalente al Oscar de los cómics, donde ganó la categoría Mejor publicación para lectores novatos, por su libro Buenas noches, Planeta. “El reconocimiento me tomó de sorpresa. Me habían nominado dos veces y no lo había logrado, así que ya estaba poniendo cara estoica cuando escuché mi nombre. Es enorgullecedor que te distingan. Siempre dicen que el Eisner es el Oscar del cómic, pero para mí, a partir de ahora, el Oscar es el Eisner del cine. Es un club lindo del que sentirse parte”. Este gran momento lo encuentra ahora a Liniers en los Estados Unidos, donde se radicó hace dos años, precisamente, en la ciudad de Vermont. Creador de ilustraciones que fueron portada de la revista
The New Yorker, el ideólogo de la historieta Macanudo confiesa estar muy feliz, dibujando y disfrutando de la vida en familia. Enhorabuena.