Parte Parral
Hace 80 años, en septiembre de 1923, dejó definitivamente nuestra ciudad el vecino Ernesto Parral, un verdadero hacedor en la Bahía Blanca de principios de siglo XX.
Nativo de Gibraltar, Parral tenía 28 años de edad cuando, en 1901, estableció sus negocios en la ciudad de Bahía Blanca, dedicándose a transacciones de tierra, corredor de fincas y comercio de lanas y trigo.
Uno de sus proyectos más trascendentes fue la fundación de Villa Harding Green, en terrenos de su propiedad, intentando ofrecer una alternativa diferente, en contacto directo con la naturaleza.
Para impulsar el desarrollo de la Villa Parral, regaló los primeros terrenos con el compromiso de que sus adquirentes construyeron viviendas según planos que él les entregaba. También levantó varios de los “castillos” aún existentes y financió la línea de tranvía habilitada en 1911 hasta ese lugar.
Fue un activo hombre de negocios, fundador de la compañía telefónica La Bahiense, en 1906, cuyo directorio presi- dió durante casi 15 años, hasta que la empresa fue adquirida por la Unión Telefónica.
Presidió la Bolsa de Comercio y participó de todas las actividades sociales de la ciudad.
Fue a sus 50 años de edad que decidió, junto con su mujer, Corina Durán, y su hija, Corina, radicarse en la Capital Federal.
Dos años más tarde, mientras pasaba unos días de descanso en Pedro Luro, lo sorprendió la muerte.
Era el 10 de enero de 1925 y la noticia conmovió a toda la región.
Años después, en 1938, su hija Corina, reconocida concertista de piano egresada del conservatorio Williams, contrajo enlace con José María Velasco Ibarra, quien fue cinco veces presidente de Ecuador.