En busca del desarrollo estratégico de las dos áreas operativas
La Zona Franca Bahía Blanca Coronel Rosales asigna el almacenaje menor y la producción agroalimentaria a Coronel Rosales y el almacenaje industrial y el distrito tecnológico al territorio de Bahía Blanca.
Tras ser elegido como director de la World Free Zone Organization (WFZO), que reconoce a escala mundial el crecimiento y desarrollo que están experimentando las zonas francas argentinas, Lisandro Ganuza esgrimió las ventajas que otorga contar con el ente Zona Franca Bahía Blanca Coronel Rosales, del cual es su presidente.
Y en ese tren, Ganuza puntualizó la importancia del trabajo en conjunto con el Consorcio de Gestión del Puerto de nuestra ciudad.
“El puerto es parte del concesionario de Zona Franca desde su nacimiento mismo, pero en este último tiempo la relación se intensificó y eso nos permitió crecer en conjunto. Antes funcionaban como compartimentos estancos. Por lo que el desafío fue empezar a ofrecer una misma oferta, porque la Zona Franca es una herramienta de competitividad que hasta el momento no se había utilizado de la mejor manera. Y es diferencial porque no todos los puertos la tienen”, mencionó Lisandro Ganuza.
Y agregó: “Básicamente eso permite que el Puerto sea más competitivo. En estos dos años trabajamos en equipo y los resultados están a la vista. Por ejemplo, ya se habilitó la primer sub zona franca de Argentina y eso es merced a la labor conjunta entre el puerto, el concesionario y el ente en sí, pero también con la participación de otros actores, que tiene que ver con este concepto de Puerto-Zona Franca-Región”.
La Zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales es la más antigua de América y data de 1856. Posee la particularidad de tener dos distritos, con la aprobación de la primer sub zona franca del país.
Claramente, el puerto y la Zona Franca son actores fundamentales en el desarrollo del sudoeste bonaerense.
“Y hay que tratar de mirar en forma conjunta a otros socios estratégicos, como son Neuquén, Río Negro y la región cuyana. También tenemos por delante enormes desafíos, como es Vaca Muerta, las energías renovables, la producción agro industrial y servicios de conocimientos. Por eso no me caben dudas que el puerto y la zona Franca se deben presentar como una oferta única, y no por separado, en lo que es el comercio exterior”, opinó Ganuza.
A su vez, dio un claro ejemplo del trabajo en equipo que remarcó insistentemente.
“El primer parque eólico que se puso en funcionamiento ingresó por el puerto 5 de Galván, se almacenó en la Sub Zona Franca de Puerto Galván y de allí salió para su lugar de emplazamiento. Eso es una muestra de trabajo en conjunto, porque también se acopló el municipio y Vialidad Nacional y Provincial en lo logístico. Cuando se interactúa de esa manera, afuera lo perciben y notan que todos los actores están alineados. Eso es una gran ventaja, que se debe aprovechar”.
--¿Cuál es el próximo paso en esta comunión de entidades?
--Debemos formalizar un discurso único entre todos los actores para salir a vender los productos de la región en el exterior. Y estamos cerca porque ya vimos que trabajar en conjunto da réditos para todos.
“La posibilidad de Vaca Muerta es otro ejemplo de trabajo en equipo. Si no lo hubiéramos hecho de esa forma, posiblemente no se hubiera elegido a Bahía como nexo y actor de su desarrollo”.
--¿Cuál cree que es el impacto de Vaca Muerta en nuestra ciudad?
--Bahía Blanca se consti- tuyó en un gran nodo logístico de ingreso de carga para que Vaca Muerta comience su desarrollo. El Puerto tiene la infraestructura y la Zona Franca le agregó competitividad. A su vez, la ciudad cuenta con profesionales, surgidos de las universidades, y mano de obra preparada para acompañar el proceso de crecimiento.
“Creo que no terminamos de visualizar lo importante y lo grande que es el yacimiento y el impacto que tendrá en nuestra ciudad”.