“Demostraré en la cancha si merezco un insulto o un saludo”
Franco Pennacchiotti regresará a Villa Mitre, el club que lo vio nacer. Su reencuentro con la gente, los objetivos y su carrera más allá del básquetbol.
Cómo será enfrentar a los futuros compañeros? Esa experiencia vivirá mañana Franco Pennacchiotti, cuando Bahiense reciba a Villa Mitre, en el inicio de la segunda rueda del torneo de Primera.
“Jugamos tantas veces en contra, que un partido más no hace la diferencia, je”, minimizó el zurdo, quien jugará hasta fin de mes el certamen local por Bahiense y ya después se unirá a los villeros para el desafío en el Federal. —¿Por qué aceptaste la propuesta de Villa Mitre?
—Siempre había hablado con la gente de Bahiense, que podía existir la posibilidad de jugar otro nivel, y si se presentaba una oferta de Bahía la iba a evaluar. Cuando me llamaron, nos cerró a todos. Y era importante para Villa Mitre que me sumara desde el principio del torneo. —¿Es como volver al primer amor?
—Sinceramente, todavía no lo pienso así. Tal vez caiga cuando vaya todos los días a entrenar. Porque hace mu- chos años que no voy al club. Solamente lo hago cuando juego en contra. Igual, fueron casi 10 años en Villa Mitre...
—¿Necesitás, de alguna manera, amigarte con la gente de Villa Mitre?
—No sé si amigarme. La gente de Villa Mitre es muy fanática de la institución, más allá de los jugadores. Y eso lo entiendo; cuando jugás en contra no podés esperar que te alienten; ahora demostraré en la cancha si merezco un insulto o un saludo.
—¿Ni siquiera tuviste que limar alguna aspereza con la dirigencia?
—No, porque esto es profesional. En principio, vas a cumplir un rol dentro de un equipo. Después, las emo- ciones te ayudarán adentro de la cancha, pero no se consideran al momento de negociar. —Te pregunto porque se ha notado cierta resistencia.
— La realidad es que cuando te dedicás a esto, y yo lo tomo como un trabajo desde los 20 años, las cuestiones emocionales tenés que dejarlas de lado. Pero tampoco puedo olvidar que 12 años de mi desarrollo como persona los hice en Villa Mitre. Entonces, en algún momento, jugando voy a recordar lo que viví de chico y, ojalá, me potencien. —¿Hablaste con Ugolini de objetivos deportivos?
—Vamos a hablar después del lunes. Los objetivos, de acuerdo con el armado, indican que podrá ser un equipo competitivo. La realidad es que, después, el torneo te va ubicando. —Más allá del básquetbol, ¿ya te recibiste?
-No, me faltan dos años (economía); voy tranquilo.
—De todos modos, está claro que podés desarrollar las dos actividades.
—Sí. El Federal puede ser más exigente. Pero trato de mantenerme al día con la universidad, para no tener que estar a último momento haciendo cosas raras.
Básquetbol-Villa Mitre-estudio, una combinación perfecta para el presente de Pennacchiotti...
Fernando Rodríguez ferodriguez@lanueva.com