Miles de migrantes hacinados esperan en la frontera con México
Miles de migrantes hondureños, que intentan llegar a Estados Unidos, seguían soportando ayer la espera para que México decida si abre su frontera y les permite el paso, tras frenar la víspera el avance de la caravana que huye de la pobreza y violencia en su país.
La primera noche de espera sobre el puente interna- cional que une a Guatemala y México transcurrió entre sobresaltos para los miles de centroamericanos hacinados cerca de la reja fronteriza del poblado mexicano de Ciudad Hidalgo.
Se rumoreaba que un grupo intentaría entrar por la fuerza a la zona mexicana, luego de que el viernes se vivieran momentos tensos con efectivos de la policía local.
Cinco hombres lograron calmar el ambiente entre los centroamericanos y entablaron un improvisado diálogo entre los barrotes con un comandante mexicano -que no quiso dar su nombre-, custodiado por unos 200 antimotines que pasaron toda la noche vigilando.
Los migrantes huyen “de la violencia, de los altos costos de la canasta básica de nuestro país, del alto costo de la energía y de los altos costos del agua”, decía contundente uno de los organizadores, un hombre corpulento.
Pero ante la incertidumbre, algunas decenas de centroamericanos en el centro de la guatemalteca Tecún Umán optaron por regresar a su país en autobuses proporcionados por el gobierno.
Decenas de niños y bebés ocupan la primera línea de la larga columna de migrantes que abarrotan el puente fronterizo.