B Nacional. Olimpo recibe a Gimnasia de Mendoza con la necesidad de sumar de a tres
Volvió a ganarle a Sporting. Fue 2 a 1 en el Coloso de Humberto Primo y Villanueva. Definirá ante Liniers.
Los tantos del elenco de Gómez Peña los anotaron Brian Scalco y Leonel Navarro (un verdadero golazo), mientras que Erico Walker descontó.
Rosario lo hizo otra vez. Como en la fase regular, volvió a ganarle el clásico a Sporting, esta vez 2 a 1 y lo festejó por partida doble porque se instaló en la final del playoffs, donde chocará ante Liniers.
Con dos verdaderos golazos, el elenco de Federico Gómez Peña lució más compacto que un elenco rojinegro que tuvo algunos buenos momentos en la primera etapa, pero en base a entrega, sin tanto juego asociado, una característica que lo definió en el primer semestre cuando fue campeón.
El visitante salió con más decisión que el anfitrión y avisó con un cabezazo de Walker que se fue apenas desviado en el segundo palo. Pero, rápidamente, el dueño de casa salió del asedio y luego de un gran pase de Martorano encontró una exquisita definición de Scalco (zurdazo al segundo poste tras engancharle a Fochesatto) para romper el cero.
Con la ventaja, el de la casaca francesa ganó en confianza y empezó a dividir más la pelota y a trabajar el partido.
Recién en el tramo final de esa primera etapa, Sporting pudo volver a recuperar el control del balón (creció Castellano), pero le costó generar situaciones al ras del piso. Todas las posibilidades llega- ron vía área.
Y en el complemento, cuando el visitante se había parado bien arriba, un golazo de Navarro –bombazo de zurda que se metió en el ángulo superior izquierdo de Torres-- aniquiló todo tipo de reacción rojinegra.
La escuadra de Emiliano Ortiz se apresuró y equivocó los caminos ante un adversario bien parado y concentrado
Con amor propio, el huésped insistió, pero lejos de comprometer a Miranda. Mientras que al local le quedaron espacios para liquidar el pleito.
Recién, sobre el filo del cotejo, Walker –el mejor del perdedor-- ganó de arriba tras un centro de Linares y descontó con un cabezazo de pique al suelo.
El descuento potenció al visitante, pero ya no tuvo tiempo como para poder comprometer el acceso de Rosario a la final del playoffs.
Y fue un merecido premio para un equipo muy regular en el semestre, que apenas perdió un partido ante Liniers, rival con el que intentará tomarse revancha en la definición.