Una relación que colapsa
La ciudad y el agua siguen atravesando momentos difíciles, sin que se avizoren soluciones para un problema de muy larga data.
verano LLEGA EL y parte de la ciudad comienza a sufrir, una vez más, las consecuencias de una infraestructura que desde hace tiempo resulta insuficiente y, en muchos casos, inadecuada para atender una demanda que crece año a año.
LA REFERENCIA
es a la prestación del servicio de agua a cargo de la empresa provincial Aguas Bonaerenses SA (ABSA), que se encarga del servicio a partir del complejo de Paso de las Piedras, habilitado en 1972, con un esquema de distribución que en algunos casos se presta con cañerías que llevan más de un siglo de operatividad.
DESDE LA
propia empresa se ha reconocido que la capacidad de provisión está “al límite”. La planta potabilizadora del barrio Patagonia trabaja al máximo de su capacidad. Los caños que traen el agua desde el embalse lo hacen en la totalidad de su rendimiento y la red de distribución resulta insuficiente para atender la demanda de decenas de barrios que han crecido, tanto en cantidad de habitantes como en su extensión.
ES CIERTO
que hace tiempo que ABSA debería haber realizado las necesarias inversiones para ir adecuando y ampliando sus posibilidades de servicio, pero también es cierto que la ciudad ha crecido de una manera completamente caótica, generando barrios en áreas donde no existe infraestructura, topográficamente complicados de abastecer y donde el desarrollo inmobiliario no se ocupó de ser parte de la solución antes que del problema.
MUCHOS BARRIOS
-en la zona alta- reciben agua por bombeo, con lo cual la empresa cada año debe mejorar esas condiciones para evitar baja presión en la red. Pero este esquema es electrodependiente, es decir que cada vez que se suspende el suministro de electricidad, moneda corriente en verano, media ciudad se queda sin servicio de agua.
OTROS BARRIOS
-alejados de la planta potabilizadora- están directamente condenados a no recibir el líquido, que se va consumiendo a lo largo de un extenso recorrido de cañerías obsoletas o de diámetro inadecuado. En las últimas horas, el Concejo Deliberante recibió a vecinos que sufren esta situación y se limitó a hacer una nota al Departamento Ejecutivo, para que el año entrante “destine una partida de dinero para dar respuesta”. Eso y nada es lo mismo.
ABSA ES
una empresa provincial que exige que todas las fuerzas políticas se agrupen en una fuerte gestión ante las autoridades competentes, aquellas que realmente deben resolver inversiones y dar respuestas técnicas adecuadas.