Este año, en Bahía, se denunció un robo con armas cada 40 horas
Los registros de la UFIJ Nº 11 determinan que la estadística no sufrió una variación sustancial respecto de 2017.
Las cifras suelen presentar la contundencia de la inobjetabilidad. Obviamente, en función de ellas pueden hacerse lecturas diferentes, con argumentos que se apoyen en distintas circunstancias. Lo que no se puede cuestionar es el número.
Al respecto, las estadísticas oficiales indican que durante 2018 se denunció en la fiscalía un robo con armas cada 40 horas.
Según las cifras del Ministerio Público, a lo largo del año la UFIJ Nº 11, especializada en este tipo de hechos, tramitó 220 causas, 95 menos que el año pasado, aunque por entonces también intervenía en casos de abigeato, que en aquel período se registraron alrededor de 70.
“Nosotros tomamos, dentro de lo que es arma, obviamente las de fuego, las blancas, como ser un cuchillo, una navaja o un cortaplumas, o impropias, que pueden ser un palo, un garrote, un destonillador o una botella. Todo eso entra dentro de la temática”, explicó el fiscal Diego Conti.
En este sentido, describió que “con armas de fuego son, quizás, los de menor canti- dad”, aunque aclaró que “no tengo datos de robos simples, que serían los cometidos con violencia o fuerza sin utilizar ningún otro elemento”.
Respecto de la manera de prevenir este tipo de hechos, consideró que “lo que hace falta son recursos humanos, a nosotros y a la policía”.
También explicó la importancia de poder comunicar los hechos al 911 apenas fueron perpetrados.
“Hemos tenido casos en que mediante llamados a los servicios de emergencia llegó la policía y pudo arrestar a los ladrones en un patio o sal- tando un paredón. Por eso es fundamental que, si alguien escucha o percibe algo raro, llame de inmediato. Ante un aviso los patrulleros suelen concurrir muy rápido”.
Conti agregó que la creación de la fiscalía temática ha sido un acierto, “porque se ven en profundidad” las situaciones.
“Hay recursos que acá no tenemos, me refiero a los técnicos, pero a veces contamos con la colaboración del Gabinete Científico de Policía Federal, que en algunos aspectos tiene mejor equipamiento que la delegación de Policía Científica provincial”. Buscan dinero
El letrado describió que el objetivo de los delincuentes que llevan adelante los robos calificados es primordialmente el dinero.
“En las entraderas, cuando cuentan con un dato concreto, van a buscar plata. Incluso, no se llevan computadoras o joyas. Es más, habiendo aparatos más caros o armas, algunos las dejan. Es gente que va a busca dinero; y cuando se llevan autos, en algunos casos de alta gama, a las pocas horas aparecen”.
En este rubro delictivo, las jurisdicciones de las comisaría Primera y Segunda suelen ser las más castigadas, trasladándose a los sectores periféricos otras actividades ilícitas, con la excepción que caracteriza a cualquier regla.
“Por ahí se suele hablar de zona liberada, pero no hay ningún fundamento serio para sostener que haya algo así. Lo que pasa es que si quieren robar van a buscar una casa en la que pueda haber dinero; y seguramente van a buscar en los barrios que todos sabemos que puede haber más pudientes, o dónde se puede encontrar más efectivo”, consideró.
El fiscal indicó que “en la vía pública los hechos son distintos, en el sentido de que lo que hay es casi un arrebato; alguien que se baja de una moto, apunta con un arma y roba una cartera, una mochila o un teléfono”.
Tampoco “hemos notado una diferencia significativa” en cuanto a la vulnerabilidad de género.
Sostuvo que “depende de que alguien esté solo o sola, y el lugar donde se encuentre. Pareciera que (los delincuentes) andan dando vueltas en una moto, ven la oportunidad y la aprovechan, sin importar si es hombre o mujer”.
Finalmente, admitió que “lo más importante es bajar el número de hechos. Y para ello se conjugan varias cosas. Primero, la prevención, y para eso se necesitan más recursos, más capacitación, más combustible, más móviles en la calle y mejor coordinación con las cámaras (de seguridad)”.
Por ahí se suele hablar de zonas liberadas, pero no hay ningún fundamento serio para sostener que haya algo así”. DIEGO CONTI TITULAR DE LA UFIJ Nº 11