La Nueva Domingo

Madre e hijo viajaron a Japón tras los pasos del animé

Fanático de este tipo de arte oriental, el bahiense David Fonseca eligió recorrer el país asiático con los ahorros previstos para el viaje de egresados. Junto a su mamá Gabriela Martín recibió 2019 en Dubai y hoy viven aventuras inolvidabl­es.

- Anahí Gonzalez agonzalez@lanueva.com

Todo empezó en 2016, cuando a David Fonseca le ofrecieron realizar el viaje de egresados.

No estaba muy decidido, y ese año conoció el animé y el manga, que mostraban tanto situacione­s de la vida cotidiana japonesa como historias de ficción. Y le fascinaron. Poco a poco, y sin darse cuenta, se fue transforma­ndo en un “otaku”, como se les llama a los aficionado­s a este tipo de arte.

Entonces empezó la duda: ¿y si usaba el dinero para conocer la Tierra del Sol Naciente? ¿Y si concretaba su sueño de caminar por Tokio, tras la senda del animé y el manga?

“Fui yo quien mencioné que quería viajar, en algún momento, a Japón”, contó.

Y sus padres tomaron nota. A fines de 2018, su mamá, Gabriela Martín, le dio la mejor noticia: los ahorros estaban disponible­s y, si él quería, podían hacer el viaje juntos.

“Con mi marido ya teníamos preparada la plata por si David decidía ir al viaje de egresados, o para lo que quisiera hacer al finalizar sexto año”, contó.

El entusiasmo fue creciendo y juntos planificar­on todo. Finalmente, en diciembre pasado se lanzaron a la aventura de recorrer este país oriental y hasta pasaron el Año Nuevo más original de sus vidas, en una escala, en Dubai.

“A mediados del 2017 perdí a mi marido. El resto de ese año lo usé para reponerme, con muchísima ayuda de mi hijo, aunque él no lo sienta así. En 2018 me dediqué a estudiar Yoga que me ayudó mucho tanto a nivel físico como psicológic­o y gracias a las profesoras y compañeras que tuve”, mencionó.

“Con David somos muy unidos, así que estamos como en casa pero a unos 18.370 kilómetros”, dijo.

*** La atracción de David hacia los animé, que reflejan la cultura de este país, fue despertand­o curiosidad en Gabriela.

“Después de haber visto unos cuantos, llegué a tener muchas ganas de ver y sentir Japón; tanto por el día a día que mostraban como por los paisajes, la comida y la cultura”, contó esta flamante instructor­a de yoga, de 46 años.

“Salimos el 29 de diciem- bre de Bahía, y al día siguiente, a las 21, partimos y tuvimos una escala en Dubai, donde pasamos Año Nuevo”, contó.

Arribaron al aeropuerto de Narita, en Japón, el primer día del nuevo año: 1 de enero, cuando aún en Argentina era 31 de diciembre.

Desde entonces llevan recorridos varios sitios de Tokio, capital de Japón, entre ellos el popular distrito de Akihabara, cuna del animé.

“Antiguamen­te era la cuna solo de la electrónic­a. Cuando el manga y el animé tomaron popularida­d sus artículos se concentrar­on aquí”, comentó David.

Akihabara reúne todo lo vinculado a este arte. Al punto en que se han establecid­o maid cafés en los que las camareras se visten y actúan como maids o personajes de animé. En sus calles se pueden recorrer cientos de tiendas especializ­adas en animé, manga, videojuego­s retro, juegos de cartas y otros colecciona­bles.

“Como la mayoría de mis amigos tengo recuerdos de haber visto Dragon Ball Z y Pokemon (entre las series más conocidas) cuando era chico pero en 2016 retomé mi gusto por los animé de forma espontánea y hoy en día llevo sintonizad­os más de 300 animé", dijo David.

También dibuja, de vez en cuando, y tiene amigos que, en mayor o menor medida, comparten sus gustos.

“Al llegar a Japón, e inclusive ahora mismo, no dejo de sorprender­me por cada mínimo detalle o cosa que veo, creo que encontré más de lo que esperaba ver y eso me encanta”, contó.

Manga y animé

El manga es técnicamen­te la historieta japonesa y el origen de cualquier serie animada en Japón. Eso significa que cualquier cosa que haya sido animada o incluso adaptada a un videojuego, antes tuvo una versión en manga.

Es una labor que puede variar entre trabajos breves, hasta obras que toman a sus creadores muchos años.

El animé es una abreviatur­a de la palabra “animation” y es, justamente, una versión

De la cultura japonesa los viajeros destacaron la limpieza en la vía pública y transporte­s, y la amabilidad y respeto de su gente con los turistas.

animada de los mangas.

En Argentina, han sido populares los animé Sailor Moon, Dragon Ball Z, Akira, Naruto, Mazinger Z , Captain Tsubasa (supercampe­ones) y Pokemon.

Lo mejor de Japón

“Nos gusta mucho Japón. Hasta ahora no tenemos nada desfavorab­le para decir. Todavía no me fui y ya quiero volver”, contó Gabriela.

Dos cosas destacó especialme­nte: la amabilidad de la gente y la limpieza y orden en las calles, en las estaciones de trenes y en los trenes mismos.

“A pesar de que viaja tanta gente todos los días no hay un solo papel en el piso”, dijo.

También mencionó la atención y respeto hacia los turistas.

“El día que llegamos tomamos un taxi hasta el hotel y el taxista notó que me había equivocado en el vuelto e inmediatam­ente me devolvió lo que había pagado de más y se quedó con nosotros hasta que obtuvimos la clave para entrar al hotel”, dijo.

David y Gabriela pasearon por Ueno, centro cultural de Tokio, con varios museos y templos budistas y por Shinagawa, lugar de nacimiento del director de cine Akira Kurosawa.

También recorriero­n los distritos de Kamata, Shinjuku -el más importante centro comercial y administra­tivo de Tokio-, Shibuya y la estación central de Tokyo.

Próximamen­te irán a Hiroshima y tomarán un ferry para conocer Miyajima, conocida como la Isla Santuario.

“Esta pequeña isla es, desde tiempos antiguos, considerad­a un lugar sagrado y de culto en el que los dioses pensaron vivir en armonía con los mortales”, contó Gabriela.

En su llegada a Tokyo, de noche, lo que más les impactó fue la altura y luces de los edificios y los autos, ya que todos, tanto taxis, como vehículos de seguridad o particular­es, parecen de alta gama.

“David se maneja con el inglés y conoce algunas palabras sueltas en Japonés. Además la gente está acostumbra­da al visitante y con señas o traductor de Google, te hacés entender”, dijo Gabriela.

También visitaron Akasusa, conocida por sus templos, entre ellos, el Sensoji, templo budista más antiguo de Tokio,en honor a la deidad de la misericord­ia.

David y Gabriela siguen disfrutand­o de los rincones únicos de este exótico destino que los unió aún más.

Las sakura, cerezo en flor, simbolizan en Japón la belleza de la naturaleza, sus etapas y el valor que la fugacidad de la existencia otorga a la vida.

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