Azul De Volder, una belleza natural para conocer en la vida real
Usa redes sociales, pero no le gusta la exposición: no deja que cualquiera pueda ver qué publica. Soltera y asidua veraneante en Monte Hermoso.
Al azul se lo relaciona normalmente con la tranquilidad, la parte más intelectual de la mente y la frescura. Es el color asociado a las divinidades, el infinito, la realeza y lo sagrado.
Azul De Volder es un poquito de todo eso, y mucho más también.
Resumamos: es la típica morocha argenta, de esas que ha- cen que a uno se le vuelque el mate, se desparrame el churro en la arena, los ojos peguen contra el vidrio de los lentes de sol y la mandíbula caiga varios centímetros por debajo de la línea de los hombros: alta, buena figura, pelo largo, sonrisa amplia y bien simpática.
Esta bahiense de 22 años, amante de los animales y los viajes, y Chica de Tapa del Bronceado 2019, es una asidua veraneante en Monte Hermoso.
“Básicamente, vengo al balneario desde que aprendí a caminar, desde muy chiquita. Siempre pasamos las vacaciones acá”, cuenta.
Con 22 años, Azul se reconoce como una amante de la playa, donde le gusta hacer de todo: jugar al voley, sacarse fotos o lo que sea.
Bien soltera por ahora, cuenta con redes sociales, pero tienen un uso casi privado.
“Tengo algunos seguidores en Instagram, es cierto, pero no dejo que me siga todo el mundo”, reconoce.