Qué es el defusing, la técnica que usan los bomberos contra el estrés
La técnica de descarga emocional apunta a que los servidores públicos puedan manejar sus sensaciones luego de cada emergencia y adopten distintos hábitos de autocuidado.
Mejorar la calidad de vida de los bomberos voluntarios que, día a día, se someten a situaciones de estrés y riesgo, así como fomentar entre ellos el autocuidado, son los objetivos centrales de la técnica de descarga emocional o defusing, una metodología enmarcada en la psicología de la emergencia.
Mediante la intervención de psicólogos en cuarteles del país, los servidores públicos reciben asistencia luego de operar en cada siniestro y el mecanismo además contempla el dictado de un curso con foco en el manejo del estrés.
La licenciada en Psicología Estela Gamero, integrante del cuartel de bomberos de General Daniel Cerri desde 2003, es pionera en la implementación del método defusing (en castellano, desactivar) en los 26 establecimientos de la zona que conforman la Federación Centro Sur de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Buenos Aires.
Después de cada incidente crítico, como un siniestro vial en el que presencian “cosas terribles”, se reúne a la dotación que asistió a esa emergencia y se habla de lo sucedido.
“Hay cinco preguntas pautadas: qué pasó, qué hice bien, qué puedo mejorar, qué necesito para continuar y un agradecimiento. Esto se hace porque el bombero debe irse a su casa libre de esa carga emocional extra para poder asistir al próximo toque de sirena”, sostuvo Gamero.
Paralelamente, durante los cursos anuales obligatorios, los capacitadores explican a los bomberos voluntarios que pueden mejorar su calidad de vida con la técnica de descarga emocional, específica para este tipo de ocupación.
Por niveles
“El nivel 1 del curso consiste en el autocuidado del bombero, porque si él no se cuida nadie lo va a cuidar. En el nivel 2 trabajamos y les enseñamos cómo contener a las personas afectadas como víctimas, familiares de ellas o compañeros damnificados”, expresó.
“También les dan un ejercicio de respiración y un plan de manejo de estrés. Ahora nos piden hacer mucha más ejercitación como playback y simulacros”, explicó.
“El curso dura un día, se extiende de 8 a 18 y consta de una parte teórica y otra práctica. Se habla sobre la generalidad de la psicología de la emergencia y el trabajo estresor del bombero”, completó Gamero.
De las capacitaciones participan dos bomberos de cada uno de los 26 cuarteles integrantes de la Federación.
“También se les explica qué es el estrés, cuáles son las reacciones que provoca en una situación de emergencia y cómo pueden aplicar herramientas para mitigar esas consecuencias”.
Los cursantes reciben instrucción sobre técnicas para activar recursos positivos, dialogar con la familia, hacer ejercicios físicos, actividades placenteras y cumplir con sus horas de descanso.
Estos consejos apuntan a lograr el cuidado mental y emocional del bombero.
El defunsing se inicia, después de cada siniestro, con 5 puntos de referencia: qué pasó, qué hice bien, qué puedo mejorar, qué necesito para continuar y un agradecimiento.