Cada vez son más los presos con tobilleras
Como resultado de un sistema penitenciario perverso, que desde hace décadas se retroalimenta y suma víctimas inocentes, sobrepoblación de presos y un casi nulo efecto resocializador, se multiplicó en la provincia de Buenos Aires en general, y en Bahía en particular, el uso de sistemas alternativos de detención.
Las 56 unidades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) tienen un excedente de más de 10 mil internos, entre las 40 mil personas que nuclea, y la tasa de recambio es de +3.500 (entre los que entran y salen de prisión), es decir que crece a cada año de una manera mucho más amplia que la de construcción de nuevas plazas de alojamiento.
Una salida elegante a la crisis fue el uso de las tobilleras electrónicas que tienen un muy bajo nivel de quebrantamiento, más allá de la trascendencia pública de algunos casos que llamaron la atención.
Al menos hasta mediados del año pasado, según un inNueva." forme de "La existían 1.813 detenidos controlados por las pulseras, casi el doble de los 974 de 2015.
En nuestra ciudad también crecieron de manera progresiva: 20 en 2015; 40 en 2016; 45 en 2017 y 51 el año pasado.
El control lo reciben no solo aquellos presos con prisión domiciliaria, sino los que tienen salidas transitorias, ya sea por trabajo, estudio o cuestiones sanitarias.
Se trata de un dispositivo fijo, ajustado al tobillo del detenido, que permite la comunicación permanente con el Centro de Monitoreo del SPB, que funciona en La Plata, para saber dónde están los detenidos.
El aparato, que tiene una vida útil de unos dos años -la unidad fija de la batería dura 18 meses- es de plástico sumergible y resistente al agua, es liviano e hipoalergénico, sin presentar interferencias en cuestiones de salud.
La reincidencia
El Código Penal prevé la reincidencia para quienes cometan un nuevo delito luego de haber cumplido, "total o parcialmente", una pena de prisión.
En el Departamento Judicial Bahía Blanca, según un informe que publicó "La Nueva."
hace poco más de un año, los que mayor reiterancia tienen son los autores de los asaltos con armas, que llegan al 32%.
En un segundo escalón se ubican aquellos acusados por el delito de tenencia de armas (22%) y, en tercer lugar, los homicidas (11%).
Más atrás, y contrariamente a lo que se prevé, apenas el 6% de los sentenciados por violaciones y abusos sexuales volvieron a delinquir, aunque en este caso hay que hacer una salvedad: las condenas son, generalmente, largas.