La obra de la autopista le cambia la forma a la ruta 33
El trabajo se aprecia, principalmente, entre los kilómetros 21 y 41,5. Existe un avance del 7,22 %. Por las actualizaciones, el monto del contrato ya superó los 2.540 millones de pesos.
El avance de obra del 7,22 % permite comenzar a observar una escenografía diferente en los primeros kilómetros de la construcción de la autopista de la ruta nacional 33. El desmonte de toboganes y nuevas trazas para modificar curvas y contracurvas concentran las tareas. Por las actualizaciones, el presupuesto ya supera los 2.540 millones de pesos.
En la ruta nacional 33 solo quedan restos de toboganes y asoman trazas que eliminan curvas y contracurvas en sitios estratégicos. Es una escenografía que, quienes transitan desde el kilómetro 21 hasta el 41, pueden apreciar en su verdadera magnitud.
Se trata de la autopista de la RN 33, una de las obras viales más importantes en la historia de la región, que ya llegó al 7,22 % de concreción y que representa (tras las actualizaciones) una inversión de 2.540.472.252,57 millones de pesos.
La empresa Decavial SAICAC tiene alrededor de 150 personas involucradas para las tareas en la duplicación de la traza actual, que se prevé entre los kilómetros 8,65 (rotonda de Bosque Alto) y 41, apenas pasando García del Río, donde terminan los denominados toboganes.
“El terreno actual sube y baja, con toboganes, y lo que se busca con la autopista es generar una rasante continúa y con pendientes suaves”, dijo Iván Komañski, supervisor de la obra por parte del Distrito XIX de Vialidad Nacional, con sede en Bahía Blanca.
“Por la velocidad estable se logrará un menor consumo de combustible, al margen la seguridad, porque no existirán cruces a nivel como sucede con las autovías. Acá siempre hay que tomar los 'rulos' de la derecha para retomar la autopista”, agregó.
Los 32 kilómetros, con una configuración de dos carriles a cada lado, estarán separados por un cantero central (con espacio interior para, en un futuro, ampliar a tres) y con banquinas pavimentadas. También se prevén colectoras de doble sentido de circulación a derecha e iz- quierda.
“Las obras más complejas son los intercambiadores, en especial en los últimos kilómetros, donde van los desmontes y los terraplenes grandes”, añadió Gustavo Torres, titular del Distrito XIX de VN, en diálogo con
Nueva.”. “La
Se prevén cinco intercambiadores, con función de retorno y acceso a calles vecinales, en los kilómetros 13, 18, 25, 33 y 39. El más importante será, de todos modos, el que se construirá en la rotonda de Bosque Alto, en el kilómetro 8,65.
“Las colectoras serán de doble sentido de circulación. Algunas se asfaltarán, otras se corresponderán con la calzada existente y otras serán de tierra. No habrá, sobre el lado derecho, entre los kilómetros 25 al 29, ya que allí se encuentran las vías”, agregó.
Los dos mayores movimientos de suelo se están realizando en los kilómetros 24, 8, a la altura de La Vitícola, y 31, donde uno de los toboganes ya fue anulado y solo queda el de la actual traza.
En el laboratorio de análisis de suelos, ubicado en el obrador del kilómetro 21, se controlan los trabajos relacionados con las bases de la futura autopista. De acuerdo con los especialistas, el suelo es bastante noble para el trabajo que se requiere en una obra de esta trascendencia.
“El paquete estructural va por encima del terraplén. Arriba está la subbase, que es un suelo seleccionado y un poco mejor que el terraplén”, dijo Carlos Escorza, laboratorista de Vialidad Nacional.
“Por encima va un estabide
lizado granular, que incluye piedra partida y arriba se incluye una capa de 8 centímetros de asfalto convencional y, luego, una capa de 5 centímetros de asfalto modificado, que tienen mejor comportamiento ante las fisuras y las deformaciones; es un compuesto más elástico. En las autopistas de Buenos Aires ya se está utilizando”, agregó Komañski.
También sostuvo el supervisor que la autopista exige la rectificación de los radios de las curvas conforme a la velocidad de 130 kilómetros por hora que se prevé para el tránsito.
“No solo manejamos las curvas verticales, sino también las horizontales. La dirección del trazado debe ser lineal”, manifestó.
“En La Vitícola, por ejemplo, anulamos la curva y la
Vista de uno de los sitios críticos con corrección de traza para reducir la peligrosidad de las curvas. Se trata de La Vitícola, en el kilómetro 24,8 de la RN 33.
contracurva (pasará a utilizarse como colectora) y lo cambiamos por una variante en forma de diagonal que atraviesa campos privados”, añadió.
Otro de los aspectos sobre los cuales se está trabajando se refiere a las mensuras.
“El ancho del camino es escaso para conformar la autopista y por eso se deben hacer expropiaciones”, comentó Komañski.
“Nos encontramos en ese proceso, que no es rápido y en algunas zonas estamos complicados porque el frentista no accede al permiso hasta que no esté cerrado el trámite. En otros casos, no se han puesto reparos y esta- mos trabajando en tiempo y forma”, afirmó.
La RN 33 actual tiene entre 70 y 100 metros de ancho, pero se requieren 120m. para el trabajo integral de la autopista. En los intercambiadores, en tanto, se necesitan 500m.
Las tareas incluyen el retiro de los alambrados y reemplazo con nuevos, así como los corrimientos de las líneas de media y baja tensión, y de fibra óptica. Terminarán en una zona de servicio, entre el alambrado y la colectora.