Le negaron las salidas transitorias al autor de un crimen en Médanos
Marcos Ariel Figueroa fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de Benjamín Ríos, registrado en 2003. La Cámara ratificó el fallo y rechazó el beneficio.
En noviembre de 2005, Marcos Ariel Figueroa (35) sorprendió a todos cuando, en medio del juicio, pidió declarar y confesó haber asesinado dos años antes de un hachazo a un hombre en Médanos, tras lo cual habría incendiado su casa para intentar ocultar el crimen.
Algunos días después fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal en lo Criminal Nº 1 y hace algo más de 15 años que está detenido por el homicidio de Benjamín Ríos (79).
En las últimas horas, la Cámara Penal de nuestra ciudad confirmó la resolución, negándole a Figueroa el beneficio de salidas transitorias para afianzar lazos familiares.
Los magistrados de la Sala II, Guillermo Petersen, Alfredo Hernán Mones Ruiz y Guillermo Emir Rodríguez, rechazaron la apelación realizada por el defensor oficial Alejandro Figueroa y ratificaron la decisión del juez de Ejecución Penal Nº 1, Claudio Brun.
Consideraron que este último valoró en forma acertada la opinión de los profesionales del Departamento Técnico Criminológico, quienes sostuvieron que el detenido no se encontraba en condiciones de acceder al regimen de salidas.
Entre otras cuestiones, indicaron que debieron reubicarlo varias veces dentro de la unidad penal para garantizar su integridad física, además de señalar elementos de tenor cautelar en el informe psicológico.
En este sentido, los licenciados que lo evaluaron sostuvieron que presenta “características impulsivas” e indicadores de “falla en los límites y agresividad”.
También refirieron que evidencia una “capacidad de autocrítica pobre”.
“Son los otros o las condiciones externas las que lo llevan a quedar involucrado en situaciones desfavorables para sí”, explicaron.
En consecuencia, y tal como fue valorado en la instancia anterior, los camaristas entendieron que “no concurren en el caso los presupuestos necesarios para la viabilidad del beneficio solicitado”.
Por todo ello, no hicieron lugar a la apelación y ratificaron la decisión del juez Brun.
Salvaje ataque
Marcos Figueroa fue condenado por el homicidio de José Benjamín Ríos, cometido el 9 de julio de 2003, en Médanos.
El hecho se produjo en la vivienda que la víctima ocupaba en Lavalle y Malvinas, de aquella localidad del partido de Villarino.
Se estableció que el detenido redujo a la víctima y la golpeó con un hacha en la cabeza, destrozándole el cráneo y produciéndole la muerte.
Después se apoderó de un televisor color, una radio, dos garrafas, artículos de grifería y un revólver calibre 22 y, finalmente, para borrar cualquier rastro, habría prendido fuego la casa.
Un testimonio clave en el caso fue el de un taxista que la noche del crimen trasladó a Figueroa -hasta la casa de una conocida, Ana Bernardita Quiroga-, cuya presentación ante la policía posibilitó el esclarecimiento del hecho.
El hombre reconoció los efectos que el imputado había cargado en su automóvil y que pertenecían a la víctima.
Por el caso también llegaron a juicio Carlos Ariel García y la nombrada Quiroga. El primero fue imputado como coautor, mientras que a la mujer la acusaron de encubrimiento.
Ambos quedaron desvinculados tras la confesión del hombre en el debate.
García aseguró haber sido amenazado por Figueroa para que lo acompañara al lugar de los hechos, aunque aclaró que él no intervino en la acción criminal.
El condenado también admitió que Quiroga “no tenía nada que ver, ya que le había hecho una copia de la llave de la puerta para ingresar al jardín y, desde allí, pasar al galpón donde puso las dos garrafas y los restantes elementos sustraídos”.
Un informe desfavorable del Departamento Criminológico del SPB fue vital para que el juez rechazara el pedido de salidas transitorias.