El tren, maravilla de otro mundo
El ferrocarril es uno de los medios de transportes más usados en Europa y Asia. Aquí, el paso del tiempo y los malos manejos, lo llevaron a un segundo plano.
LEJOS (muy lejos) ha quedado nuestro país en materia ferroviaria. Desde la nacionalización de los ferrocarriles, en 1946, que hasta entonces manejaban empresas de capitales británicos, poco y nada se ha hecho para sostener y mejorar el servicio de trenes.
POR EL contrario, distintas administraciones se han encargado de desactivar la mayoría de las trazas, se han cerrado cientos de ramales, se han vandalizado las instalaciones y estaciones, se ha dejado todo ese servicio en manos de nadie.
BAHÍA BLANCA llegó a disponer de tres empresas que ofrecían sus prestaciones: el Ferrocarril del Sud, el Buenos Aires al Pacífico y el Rosario-Puerto Belgrano. Cada cual llegaba con sus rieles a distintos puntos, a partir de la puerta de salida al mundo que es el puerto bahiense.
HOY QUEDA operativo apenas el ramal entre nuestra ciudad y Plaza Constitución, con un servicio que ha mejorado muchísimo con la incorporación de los denominados “trenes chinos”, que ofrecen una adecuada modernidad, limpieza, iluminación y baños accesibles. Algo que no por necesario estaba presente en los anteriores trenes, poco menos que inutilizables.
COMO LOS valores del pasaje se encuentran por debajo del de los ómnibus y aviones, es una alternativa importante para miles de personas que siguen recurriendo a este sistema de transporte.
CON UN detalle no menor: el tren sigue utilizando los mismos rieles tendidos por los ingleses en 1883, más allá de algunas adecuaciones en sitios intransitables o de riesgo. Esa situación deriva en que la formación cubra los 600 kilómetros entre los puntos terminales en 13 horas, a una velocidad promedio de 45 km/h.
LO PARTICULAR es que la situación de que el tren cumpla su horario y no tenga dificultades en su recorrido son suficientes para conformar al usuario, atento a las severas deficiencias de años anteriores. Pero el retraso en la materia es notorio.
UN DETALLE a modo de comparación. La India acaba de inaugurar su nuevo tren de alta velocidad entre Nueva Delhi y Varanasi, ciudades distanciadas 850 kilómetros. Marcha a 180 km/h con todas las comodidades propias de estos tiempos. En China, el tren con levitación magnética circula a 430 kilómetros horarios entre Shanghai y Pudong. Estamos lejos.