La particular historia de una disputa por los hijos que terminó en la Corte
Una disputa entre padres por la tenencia de los niños llegó al procurador fiscal y al máximo tribunal que pidieron, tanto a la familia como al juzgado, profundizar esfuerzos para no vulnerar los derechos de los menores.
Historias como estas se repiten: disputa de pareja, divorcio vincular y luchas por la cuota alimentaria y el regimen de visitas. Niños que son sometidos al tironeo de sus padres. Derechos vulnerados.
Fue uno más el caso que se registró en Tres Arroyos, aunque tuvo la particularidad que llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y que el máximo tribunal, en los últimos días, pidió "profundizar esfuerzos".
Todo empezó cuando M.L.D.C -la madre- se presentó hace un año ante el Juzgado de Familia Nº 1 de Tres Arroyos para pedir que se fije una cuota alimentaria en favor de sus hijos J.M.C. y C.C., que tienen 6 y 3 años, respectivamente. Y el juez Diego Andrés Granda le dio la razón.
Hasta el año previo, los 3 se domiciliaban en la localidad cordobesa de Almafuerte, donde los dos chicos vivían desde que nacieron.
Con la separación, M.L.D.C. buscó refugio en su de origen. Se trasladó a lo de su madre, en Tres Arroyos, donde recibió no solo apoyo emocional sino económico.
Su exmarido y padre de los chicos quedó en Córdoba. En mayo del año pasado, después de conocer la fijación de la cuota alimentaria, el hombre se presentó ante un juzgado en lo Civil, Comercial, de Conciliación y de Familia de Río Tercero y su demanda surtió efecto: les ordenaron a los chicos que volvieran a la casa de Almafuerte donde, según el padre y el fallo, estaba su "centro de vida".
El juzgado de Familia de Tres Arroyos discrepó con la medida, al asegurar que "surge del relato de los padres que la residencia princifamilia pal de los niños era bajo la supervisión de su madre, que es quien durante la unión matrimonial, posterior separación de hecho y divorcio, asumió la crianza y cuidados diarios de sus hijos".
Esas posturas generaron un conflicto de competencia que debió dirimir la Corte.