La filatelia, una pasión imposible de extinguir
El Círculo Filatélico organiza una muestra para mediados de abril. Sus miembros contaron perlitas de una afición que pasa de mano en mano.
Para contar de su pasión, empiezan aclarando que la filatelia no se reduce solo a coleccionar estampillas, sino también sobres, cartas, tarjetas postales e incluso a interiorizarse en la historia de cada una.
Disuelta la Asociación que los nucleaba hasta fines de los 90, más de 60 aficionados siguen hoy compartiendo su interés y dedicación, aunque desde hace 4 años lo hacen en el marco del Círculo Filatélico Bahía Blanca.
“Hasta hace poco nos junpropio tábamos en la sociedad de fomento de Universitario, ahora por un tema de costos lo hacemos en el club Argentino de la avenida Colón. Es una afición de adultos, a diferencia de la numismática no tenemos gente joven porque los chicos de hoy no llegaron ni a ver las estampillas, en cambio sí ven cotidianamente billetes y monedas”, explicaron Mario Pirchi y Néstor Álvarez, filatelistas bahienses.
Nacida según cuenta la tradición ante la necesidad de evitar pequeños fraudes o estafas que emisores y receptores de correspondencia le hacían al correo británico, la estampilla -–preferentemente llamada sello postal por los aficionados-- nació en dichas tierras en 1840.
Hoy, tanto en Argentina como el resto del mundo, dado el avance de la tecnología con Internet a la cabeza, su emisión sobrevive principalmente gracias a los coleccionistas, quienes ante cada publicación del correo oficial de su país hacen todo lo posible por conseguir la última “figurita”.
“Una de nuestras funciones como Círculo es facilitar a sus integrantes la compra de los sellos, tarjetas y sobres que emite el Correo Argentino, que pueden salir una vez por mes y costar hasta 700 pesos, por ejemplo. La forma más tradicional de colección es la de las estampillas del país, que en nuestro caso comenzaron a existir en 1856 y al presente deben ser unas 3.500 o 3.800”, explicó Álvarez.
Sobre la muestra que organizaron para el aniversario de Bahía Blanca, anticiparon que la misma tendrá lugar del 11 al 13 de abril en el Museo y Archivo Histórico, ubicado en Saavedra 951.
Se exhibirán unos 50 tableros, que contienen 16 hojas cada uno. Las temáticas serán muy diversas y abordadas por filatelistas de todo el país. Barcos de guerra, scoutismo, perros, entre otros, serán parte de la muestra “Dr. Mario Carlos Aggio”, en homenaje al falle- cido médico y filatelista bahiense.
Como bien explica Pirchi, la filatelia es una ciencia auxiliar de la historia, y en los siglos XIX y XX era una herramienta más para ejercer y difundir la soberanía. Sin ir más lejos, la Alemania nazi imprimía la cara de Adolf Hitler en los sellos postales desde -– por ejemplo-- la Ucrania ocupada, y la Argentina tuvo conflictos diplomáticos con Inglaterra y Chile por las Malvinas y la Antártida, y con Perú y Ecuador por errores de límites a la hora de dibujar un mapa de Sudamérica.
Sobre el rol de Bahía en la filatelia nacional, Pirchi y Álvarez comentaron que nuestra ciudad “siempre supo tener a los mejores coleccionistas”, entre los que destacan el fallecido Ricardo Eliçabe y el contemporáneo Guillermo Jalil.
“Había un bahiense con una habitación llena de bibliotecas repletas de estampillas que tenía un empleado encargado de ventilar todos los días su colección, porque la humedad y los hongos pueden hacer estragos en el papel”, recordó Pirchi.