Llegan las PASO: cuántas se han dado vuelta en la zona desde 2011 hasta hoy
En casi 9 de cada 10 casos, las primarias consagraron ganador a la misma lista que triunfó dos meses más tarde. Patagones y Pringles se destacan del resto.
Desde que fueron implementadas en 2011 hasta hoy, apenas el 13,6% de las elecciones primarias que se han desarrollado en la Sexta Sección Electoral han tenido un resultado distinto en los comicios generales siguientes.
Dicho de otra forma: en casi 9 de cada 10 casos, la tendencia del voto que se expresa en agosto se mantiene en octubre. De acuerdo con un relevamiento
Nueva., de La de los 88 actos electorales (primarias más generales) que han tenido lugar en la Sexta Sección desde que se implementó este sistema, en 76 se mantuvieron los ganadores iniciales y sólo en 12 hubo cambios.
De estos últimos, 6 tuvieron lugar en el marco de comicios legislativos y, los restantes, en aquellos en que también se elegía intendente.
Otro dato llamativo: en 12 de los 22 distritos de la región nunca se revirtió un solo resultado. Entre los 10 restantes, 8 han tenido un cambio de ganador, mientras que dos han pasado un par de veces por una situación de este tipo.
Uno de ellos es Patagones, donde las cuatro primarias que se han desarrollado hasta ahora siempre fueron ganadas por el justicialismo y, particularmente, por listas encabezadas por el exintendente y actual concejal Ricardo Curetti. Lo curioso es que en los últimos dos procesos electorales terminó revirtiéndose el resultado, en las generales, en favor de Cambiemos.
La recuperación más sorprendente fue la de 2015. En aquellas primarias el actual intendente José Luis Zara terminó segundo, con 6.561 sufragios, y en las generales quedó primero con 9.562; es decir, en algo más de dos meses aumentó su caudal en nada menos que 3.001 sufragios (+45,74%).
En 2017 la historia fue similar: entre las PASO y las generales pasó de 6.352 a 8.251 votos; es decir, 1.899 más (+29,9%).
Un dato a tener en cuenta: en 2015 y 2017 el justicialismo fue con tres listas locales a las primarias; en 2011 y 2013 -cuando ganócon apenas una. ¿Y el próximo domingo? Nuevamente insistirá con tres.
El otro caso llamativo es el de Coronel Pringles. Allí Compromiso Pringles -el partido vecinalista que en 2015 se terminó incorporándose a Cambiemos- ha sido protagonista de las dos grandes remontadas registradas desde que hay primarias.
En 2013 pasó de 3.746 votos, en las PASO, a 5.343 en las generales (28,45% al 39,15%). En esos comicios el FPCyS había ganado la primera elección con el 30,02%, pero luego quedó tercero, con el 22,86%.
En 2015 la remontada tuvo tonos épicos ya que, de los 2.869 votos obtenidos en las primarias pasó a 6.103 en las generales. En porcentajes, del 19,89% al 40,84%.
La contracara fue Cambiemos. En esa elección las tres listas internas sumaron 8.126 votos (56,34%), cifra que bajó a 4.213 (28,2%) dos meses después.
En los otros dos comicios
no hubo sorpresas: la Udeso ganó primarias y generales del 2011, y Compromiso Pringles-Cambiemos conquistó sin problemas las elecciones de 2017.
Sólo una vez
Coronel Rosales es otro de los distritos en los cuales se dio vuelta el resultado de alguna PASO. Fue en 2013, y con una peculiaridad: el ganador de la primaria no saltó al segundo lugar en las generales, sino al tercero.
En aquellas primarias el Frente para la Victoria había obtenido el 22,4% de los sufragios, seguida por Unidos por la Libertad y el Trabajo (ULyT), con el 19,19%. Dos meses después ULyT pasó al primer lugar, con el 21,15% de los votos, segundo quedó el Frente Renovador con el 19,78% y, tercero, el FPV con el 14,26% (pasó de 7.205 votos a 4.765).
En los restantes procesos electorales siempre se repitió el ganador entre un comicio y otro: Integración Vecinalista Rosaleña, en 2011, que saltó de 37,46% de los sufragios al 47,01%; y Cambiemos en 2015 y 2017.
Monte Hermoso es otro de los distritos con un resultado distinto entre PASO y generales: el de 2013, cuando el FPCyS se quedó con el comicio preparatorio y, el Frente para la Victoria, con el definitivo.
En el primer acto la oposición se había alzado con el 42,06% de los sufragios, porcentaje que luego elevó al 43,36%. Sin embargo, no fue suficiente para frenar a la maquinaria militante justicialista, que en poco menos de dos meses logró recuperar más de 500 sufragios que se habían ido para otras listas.
De esta forma, el FPV pasó del 36,57% al 45% de los votos.
Ese fue el único susto que pasó el peronismo montehermoseño desde que hay primarias. En los otros tres actos electorales se impuso claramente, incluso con cifras récords como las de 2011, cuando en las PASO se quedó con el 60,81% de los sufragios y, en las generales, nada menos
que el 73,11%.
Apenas uno de los cuatro resultados que tuvieron las PASO en Villarino, desde 2011 para acá, se revirtieron. Fue en 2015, cuando en las primarias triunfó el justicialismo (FPV) y, en las generales, la victoria fue para el partido vecinalista Acción por Villarino, encabezado por el actual intendente Carlos Bevilacqua.
En los otros tres casos siempre se repitió el ganador: el FPV, en 2011; y Acción por Villarino, en 2015 y 2019.
Un dato muy llamativo: el fuerte del vecinalismo es el período entre elecciones. En 2011, pese a quedar tercero, pasó de 3.578 sufragios en las PASO a 4.583 en las generales, lo que representa una suba del 28,09% en el caudal de votos en algo más de dos meses.
En 2013 pasó de 5.410 a 8.390 (+55,08%); en 2015, de 4.882 a 6.551 (+34,19%); y, en 2019, de 5.077 a 7.482 (+47,37%). En estos tres comicios ganó.
En Bahía también
Bahía Blanca es otro de los distritos donde alguna vez hubo un cambio entre elecciones: fue en 2013, cuando el Frente Renovador
de Sergio Massa pasó del tercer lugar en las PASO (con el 15,15% de los votos) al primer lugar en las generales (con el 20,03%). En 2011 ambos comicios fueron para el FPV, mientras que desde 2015 para acá sólo hubo victorias de Cambiemos.
En el marco del duelo que llevan adelante el peronismo y el vecinalismo de Adolfo Gonzales Chaves, desde 2011 sólo se registró un cambio de ganador entre primarias y generales. Fue ese mismo año, cuando la Unión Vecinal pasó del 39,31% de los votos en el primer comicio al 44,65% en el segundo, lo que le sirvió para pasar del segundo puesto al primero.
En 2013 se impuso en ambos comicios, mientras que en 2015 y 2017 todas las victorias fueron para el justicialismo.
Cambiemos fue el único frente en lograr dar vuelta una elección en Benito Juárez. Fue en 2017, cuando entre primarias y generales sumó más de 10 puntos porcentuales (pasó de 31,17% al 41,21% del total de votos), para quedarse con la victoria.
En los tres actos comiciales anteriores la victoria fue para el FPV, aunque con una peculiaridad: siempre perdió votos entre agosto y octubre. En 2015 pasó de 61,41% a 49,22%.
En General La Madrid también hubo un solo acto electoral en el que se revirtieron los resultados, y significó la llegada de Cambiemos
a la intendencia. Fue en 2015. En aquellas primarias el actual intendente Martín Randazzo quedó en segundo lugar, con el 41,45% de los votos, pero dos meses más tarde ganó las generales con el 53,06% de los sufragios.
En 2011, 2013 y 2017 no hubo cambios entre elecciones,
con victorias para el FPV, el FPCyS y Cambiemos, respectivamente.
Daireaux atravesó un escenario similar en 2015, pero en este caso derivó en la llegada a la comuna del justicialismo. En aquella PASO el FPV se alzó con el 45,75% de los votos, apenas 0,51% menos que Cambie
Hegemonía. En varios de estos distritos se registraron victorias hegemónicas tanto del justicialismo como de la UCR. En Laprida, por ejemplo, siempre triunfaron candidatos peronistas desde 2011 hasta hoy. En cuanto al radicalismo, su preponderancia absoluta se registra en Coronel Dorrego, Puan, Adolfo Alsina y Pellegrini.
Los cambios de tendencia en los electores en la región son excepcionales y no suelen revertir los resultados iniciales.