El incendio del Molino América
Hace 104 años, en agosto de 1915, se incendió parte del Molino América, una de las primeras industrias harineras de la ciudad.
En marzo de 1899, el vecino Bartolomé Long puso punto final a casi dos años de obra y anunció la puesta en marcha del Molino América, ubicado en la sección quintas de calle Brown.
Aquel primer mes la industria ofrecía las harinas Bahía Blanca, Américas (especialidad de la casa),
Pampa (para galletas) y Patagonia (harina clase B). La buena respuesta del vecindario llevó a sumar productos y pronto incorporó la fabricación de hielo en barra y de fideos.
La noche del 14 de agosto de 1916 se desató un incendio. Los bomberos demoraron media hora en llegar al lugar. Las llamas exigían, al menos, cuatro líneas de mangueras, pero la disponibilidad de una sola boca de agua limitó el trabajo de los servidores e hizo inútil su esfuerzo.
Cuando el fuego fue controlado y en medio de un paisaje devastador, los propietarios comprobaron que los daños no habían sido importantes, valuados en 80.000 pesos. El Molino América tenía seguros por 400.000 pesos, contratado en tres empresas distintas.
Los trabajos de reparación comenzaron cinco meses después. Fue entonces que el arquitecto José Baüerle -el mismo que diseñó el teatro Don Bosco y la casona de Willian Harding Green- utilizó, por primera vez en nuestra ciudad, hormigón armado en lugar de una estructura metálica.
“A primera vista parece encontrarse uno delante de un verdadero caos de ferretería”, escribió en su nota el cronista de este diario que llegó hasta el sitio para conocer el novedoso material.
El molino América, inaugurado en 1899, parcialmente incendiado en 1915, continúa en funcionamiento hasta nuestros días, como uno de los establecimientos más antiguos de Bahía Blanca.