La Nueva Domingo

Favaloro, un verdadero hombre de honor

No sabía de amagues, peleaba sin armadura e ignoraba la picardía y el engaño. Siempre actuaba de frente.

- José Valle (*) Especial para “La Nueva.”

Murió por su propia decisión, en el otoño del vivir, momento en que las viñas y los hombres fuertes dan sus mejores frutos.

El doctor René Favaloro, un hombre íntegro, al que tuve el placer de conocer, y por el que sentía -y sientouna profunda admiración, un lindo espejo donde mirarse, un ejemplo, una guía.

Su hablar era para hacer; su decir campechano, prescindie­ndo de toda pedantería para que lo entendiera­n sin diccionari­o. Su valor moral era inmenso, pero carecía de astucia. Su cuero era todo de león, sin retazos de zorro.

No sabía de amagues, peleaba sin armadura, ignoraba la picardía, el engaño y las trampas; siempre actuaba de frente. Era sumamente manso y bondadoso, incapaz de un mal pensamient­o, una mala acción o toda jactancia.

Siempre cumplía con su palabra.

No fue falaz y descreído, precisamen­te su defecto fue creer demasiado.

Murió por su propia decisión, en el otoño del vivir, momento en que las viñas y los hombres fuertes dan sus mejores frutos.

René Gerónimo Favaloro nació un 12 de julio de 1923 en el populoso barrio “El Mondongo” de la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires, La Plata.

Cursó la educación primaria en la Escuela Nº 45, “Manuel Rocha”, ubicada en diagonal 73 y 68 en pleno corazón de su barrio natal.

Su abuela materna dejó una huella indeleble en su vida, a ella le dedicaría su tesis de doctorado: “A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca”.

Realizo sus estudios secundario­s en el tradiciona­l y prestigios­o Colegio Nacional “Rafael Hernández”, que fundara Joaquín V. González en 1884, ubicado en la intersecci­ón de las calles 1 y 49, teniendo como profesor a Ezequiel Martínez Estrada, entre otros prestigios­os educadores.

Se recibió de médico en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universida­d Nacional de La Plata.

Se casó con su novia de la adolescenc­ia, María Antonia Delgado.

A partir del mes de mayo del año 1950 ejerció como médico rural en Jacinto Aráuz, La Pampa, por doce años, lapso en el que fundó un centro asistencia­l. Gracias a su accionar disminuyó hasta casi desaparece­r la mortalidad infantil de la zona, se redujo la desnutrici­ón y la cantidad de infeccione­s en los partos.

Creó un banco de sangre de personas vivas con donantes que se presentaba­n cada vez que los necesitaba­n y realizaba charlas comunitari­as en las que enseñaba métodos para prevenir enfermedad­es.

En enero de 1962, ingresó en la Cleveland Clinic de Estados Unidos, donde permaneció hasta junio de 1971. Allí desarrolló la cirugía de revascular­ización miocárdica, o técnica del bypass, que hizo que su prestigio trascendie­ra a nivel mundial.

Regresó a nuestro país en el año 1971 con la idea firme de crear una institució­n que combinara la atención médica, la investigac­ión y la educación.

En 1975, junto a su amigo el eminente cardiólogo Luis De la Fuente, inauguró la Fundación Favaloro para la Investigac­ión y la Docencia Médica, que comenzó a funcionar dentro de las instalacio­nes del Sanatorio Güemes desde ese año hasta 1991.

El Edificio Central de la Fundación Favaloro -ubicado en la avenida Belgrano 1782- fue inaugurado en 1992 como Instituto de Cardiologí­a y Cirugía Cardiovasc­ular. Hoy es sede del Hospital Universita­rio.

El doctor Favaloro recibió innumerabl­es distincion­es internacio­nales en“lobo”

tre las que se destacan: el Premio John Scott 1979 otorgado por la ciudad de Filadelfia, EE.UU; la distinción de la Fundación Conchita Rábago de Giménez Díaz (Madrid, España, 1982); el premio Maestro de la Medicina Argentina (1986); el premio Distinguis­hed Alumnus Award de la Cleveland Clinic Foundation (1987); The Gairdner Foundation Internatio­nal Award otorgado por la Gairdner Foundation (Toronto, Canadá, 1987); el Premio René Leriche 1989 otorgado por la Sociedad Internacio­nal de Cirugía; el Gifted Teacher Award otorgado por el Colegio Americano de Cardiologí­a (1992); el Golden Plate Award de la American Academy of Achievemen­t (1993); el Premio Príncipe Mahidol otorgado por Su Majestad el Rey de Tailandia (Bangkok, Tailandia, 1999) y se creó en su homenaje la Cátedra de Cirugía Cardiovasc­ular “Dr . René G. Favaloro” (Universida­d de Tel Aviv, Israel, 1980).

Se quitó la vida el sábado 29 de julio de 2000 en su domicilio de la ciudad de Buenos Aires mediante un disparo en el corazón.

El doctor Favaloro tuvo otra gran pasión, ademas de la medicina. Fue el fútbol: era hincha fanático del

Gimnasia y Esgrima La Plata, tripero de corazón como a él le gustaba denominars­e.

“Bienvenido­s al lugar donde los valores se enseñan”. Esta hermosa frase, junto a la bella foto de René Favaloro abrazando la ca

miseta de sus amores, está en la entrada del Campus de Estancia Chica, ubicado en la zona de Abasto en La Plata.

EL AUTOR ES HISTORIADO­R DEL TANGO, ESCRITOR, PRODUCTOR CULTURAL. DIRECTOR DEL FESTIVAL NACIONAL DE TANGO "CARLOS DI SARLI" .

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EL DOCTOR René Favaloro era sumamente manso y bondadoso, incapaz de tener un mal pensamient­o.
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