La grieta, esa línea que separa el bien al que uno pertenece del mal al que no
En tiempos sensibles de un país cada vez más dividido, un psicólogo analizó cuáles son las bases sobre las que se sostiene la división política de nuestra sociedad. La naturalidad de ver dicotomías en todos lados y la necesidad de respetar al otro.
“No soy K”. “No soy macrista”. Si bien una buena parte de la sociedad no teme reconocerse perteneciente a un “extremo” u otro en términos filosóficos o políticos en nuestro país, otra cantidad igual o tal vez superior prefiere identificarse como de un sector del medio.
A veces porque verdaderamente así lo siente, otras porque sabe que caer de uno u otro lado de la grieta le podría generar discusiones irreparables en el ámbito laboral, de amistad o incluso familiar.
Para analizar los motivos que sostienen esta división entre dos Argentinas que conviven en un mismo país, cuáles son sus efectos negativos y cómo se la puede
Nueva.” reducir, “La dialogó con el psicólogo bahiense Antonio Porcelli Piussi (M.P. 1.044).
“Sin necesidad de reproducir las cosas despectivas que macristas y kirchneristas dicen unos de otros, lo importante es la visión en blanco o negro que se tiene de la realidad, que por ende nos lleva a una visón estereotipada del otro. Yo hablo mucho con personas de ambos lados de la grieta y siempre encuentro esa visión que no hace más que generar enemistad, violencia e incapacidad de penetrar realmente en una comprensión profunda de la visión que tiene el otro de la realidad”.
“Esa incapacidad surge por una falta de empatía, un desinterés. Directamente entendemos a los otros desde la visión estereotipada que nos representamos, lo que solo nos lleva a equívocos, a una visión sesgada de la realidad, a no poder comprenderlos y por ende a rivalizar con el otro”.
“Eso sí, la fractura muy marcada que estamos experimentando como país no debería sorprendernos, dado que el desarrollo de la mayoría de las naciones lleva consigo grietas, fisuras, divisiones históricas, que en nuestra historia van desde unitarios y federales, peronistas y gorilas hasta el presente de kirchneristas y macristas. La grieta existió, existe y seguirá existiendo”.
Grave intolerancia
“Lo que personalmente me deja perplejo y creo que a muchos más también, es el nivel de intolerancia que está teniendo la grieta actual, signada por la falta de respeto, la disputa y la violencia. Preocupa que se haya vuelto normal que que las personas abandonen los grupos de Whatsapp indignados por comentarios de unos y otros, que las familias se terminen dividiendo y ni hablar de grupos de amigos o de trabajo”.
“Un fenómeno a analizar es el hecho de que las personas se crean conocedoras de la realidad y la verdad de forma última y completa, lo que nos deja inevitablemente parados en un lugar donde una concepción diferente a la mía simplemente no será verdad, y aquel que la tenga estará equivocado. Una posición así rompe todo tipo de diálogo, solo nos deja en la puerta de la confrontación y de la desautorización del otro”.
“Uno de los mecanismos psicológicos que sostienen esta grieta es la concepción dicotómica de la realidad. Nuestra mente se ve siempre tentada a simplificar la realidad en dicotomías, en blanco y negro, en bueno y malo, en justo e injusto. Son categorías excluyentes, desde que somos chicos la realidad se nos cuenta de esta manera simplista”.
“La grieta se sostiene en parte gracias a esto porque cuando uno ve la representación que tienen quienes están de un lado de los que están del otro, y la que hacen de sí mismos, encuentra que todos creen estar del lado bueno y consideran que los que están en el otro están del lado malo, algo curioso, porque les pasa a los de ambos lados, lo que implica que probablemente no haya un lado todo bueno y un lado todo malo, sino muchos matices en el medio”.