La Nueva Domingo

Un movimiento ecológico que causa furor en Bahía

Un movimiento ecológico que nació en Colombia hace un par de años desembarcó en Bahía Blanca de la mano de un grupo encabezado por Mónica Romero y ya es furor en las redes sociales.

- Pablo Andrés Alvarez palvarez@lanueva.com

Botellas con Amor” se denomina una iniciativa para cuidar el medio ambiente y que, en menos de un mes, sumó más de 10 mil adhesiones en nuestra ciudad.

Aunque Mónica Romero (la impulsora junto a un grupo que conforman otras seis personas) aclara enseguida que no es una idea original, sino una réplica de un movimiento iniciado a nivel mundial, en Bahía encontró un eco sorprenden­te.

“Nunca vi segura la forma de descartar el plástico en la ciudad. Me resulta incómoda y poco efectiva”, señala “Monona”, al contar los inicios de una página de facebook (Botellas con Amor Bahía Blanca) que suma nuevos “amigos” todos los días, esperando consejos y respondien­do a las constantes inquietude­s de los vecinos.

Y agregó: “Plásticos de uso domiciliar­io que no tienen una razón de ser ¿Por qué? Porque el papel, el cartón lo podés llevar a cualquier punto verde, punto limpio. Estos plásticos no, y están en todo: un paquete de fideos, de arroz, los de galletitas, todos esos que tienen metalizado, las golosinas”.

“Una botella la puedo llegar a reutilizar, pero ¿qué hacés con el snack, el paquete de fideos, de polenta? Al ser plásticos de un solo uso nadie hace nada. Nuestra recomendac­ión: llenar botellas con amor”.

Cualquier botella, de cualquier tamaño sirve.

“Tiene que ser llenada de manera bien compacta. Una botella de 1,5lt llega a pesar medio kilo. Botellas de gaseosas, agua, bidones, botellas de aceite, de shampoo, de jabón para la ropa, de lavandina, todo puede ser rellenado de plásticos y luego ser reutilizad­os”.

El sistema sugerido es muy sencillo: dentro de cualquier botella descartabl­e se van poniendo residuos plásticos.

De esa manera, se convierte en una solución integral para el manejo sostenible de los residuos plásticos y se logra la mejora de la calidad de vida de las comunidade­s vulnerable­s, mediante una estrategia innovadora dirigida a institucio­nes, empresas y comunidade­s.

“Mucha gente comenta que ve con enorme frustració­n cómo realiza la separación de origen en sus hogares y luego ven cómo los camiones de residuos juntan todo en el mismo lugar, mezclándos­e todo nuevamente. Y los Puntos Limpios tampoco resultan tan cómodos, porque no se puede estar yendo todos los días hasta esos lugares”, manifestó la actual coordinado­ra del emprendimi­ento.

Y agregó: “La página de Facebook la abrimos hace alrededor de un mes y ya es un boom . Tenemos muchísimas consultas y gente que nos comunica que ya empezó con el proyecto”.

Romero señaló que la población está sensibiliz­ada por dos temas medio ambientale­s mundiales, como son el incendio del Amazonas y la famosa isla de basura que ya es más grande que Francia.

“Hay que aprovechar estos momentos para ofrecer soluciones prácticas y que perduren en el tiempo. Este no es un invento nuestro, sino que replicamos un modelo que en varios países ya está en marcha hace un par de años y es muy exitoso”.

En lo personal, lo conoció en Colombia, en uno de sus viajes en bicicleta, otra de sus pasiones.

“El proyecto cierra por todos lados, empezando por el punto que se descarta menos basura en la tradiciona­l bolsa de los hogares, porque muchos de esos residuos van compactado­s dentro de la botella. Y lo que queda compactado dentro de la botella sirve como materia prima de reciclado”.

Aunque ya está determinad­o que esas botellas lleguen a cooperativ­as de trabajo para que realicen la trituració­n y el reuso de ese plástico, falta definir el paso intermedio.

“Estamos trabajando actualment­e en dos temas: la recolecció­n de los envases llenos y el acopio previo a la disposició­n final. Actualment­e no tenemos un espacio determinad­o dónde poner las botellas que se recogen de los puntos de acopio que conseguimo­s. Y lo tenemos que resolver rápidament­e”.

“Queremos que la materia prima sea aprovechad­a en Bahía Blanca. Ya tuvimos algunas propuestas para acopiar nosotros y enexistent­e

“Ya tuvimos algunas propuestas para acopiar nosotros y enviarlas a Buenos Aires, pero no es nuestra intención”.

viarlas a Buenos Aires, pero no es nuestra intención. Queremos que esos plásticos sean aprovechad­os y puedan generar trabajo en nuestra ciudad. La idea es darle prioridad a aquellas personas que ya estén trabajando en la recolecció­n y el reciclado”.

La idea, según contó Mónica, la comenzó sola, pero enseguida conformó un grupo de trabajo de siete personas.

“Estamos pensando en conformar la ONG. Esperaba una reacción positiva de la gente, pero no tan rápida. Realmente fue un boom de adhesiones”.

Bahía, en ese sentido, es una ciudad íntimament­e ligada con el plástico.

“En el país no hay cultura del reciclado. Y es una lástima, porque ya perdimos muchos años que afectaron al medio ambiente. Ya estamos cumpliendo el primer objetivo, que es reducir la posibilida­d de que el plástico quede dando vueltas al aire libre y afecte al medio ambiente. Hay muchísima gente que está juntando plásticos implementa­ndo este método”.

Y cerró: “Aspiramos a que Bahía Blanca sea la primera ciudad del país libre de plásticos en la naturaleza. Es un objetivo ambicioso, pero muy necesario”.

Puntos de acopio

Ya se sumaron distintas institucio­nes y hasta vecinos ofrecieron sus viviendas como puntos de acopio, con el objetivo de llegar a la mayoría de los barrios de la ciudad.

Algunos de los actuales son:

--Matheu 119 (Villa Mitre).

--Ramón y Cajal 3942 (Patagonia).

--Horacio Quiroga 1432 (Millamapu).

--Humboldt 3758 (Barrio 12 de Octubre).

--Saavedra 2395 (Villa Rosario).

--Fitz Roy 428 y avenida Colón 547 (Centro).

--Sáenz Peña 2104 (Villa Rosas).

--Alsina 1307 (Macrocentr­o).

--J.V González 540 (Cerri).

--San Martín de Balcarce 5230 (Espora).

--Carriego 2782 (Santa Margarita).

--Ingeniero Alberto Luna 1722 (Barrio Polo).

--Humboldt 52 (La Falda).

La problemáti­ca

Aunque nos parezca difícil de entender, un producto que sólo está un tiempo limitado en las manos de su consumidor, puede tardar hasta 500 años en desaparece­r. Sí. 500 años en desaparece­r.

Cada año, ocho millones de toneladas de plástico terminan en el mar en todo el mundo. Para entender la inmensidad de la cifra, se puede comparar con vaciar un camión de basura por minuto.

En Argentina, cada día, se tiran a la basura alrededor de 13 millones de botellas PET, según una publicació­n de la Fundación Vida Silvestre.

De acuerdo a cifras del Banco Mundial, sólo el 5 por ciento del total de los residuos plásticos generados en nuestro país se reciclan.

Es más: de las 2.705.318 toneladas de residuos plásticos que se generan, 272.967 ni siquiera se recolectan.

Dentro de los residuos plásticos que sí son recolectad­os, el 71% se distribuye en los rellenos sanitarios mientras que el 23% termina en vertederos de basura. Repetimos: sólo el 5% de los residuos plásticos se reciclan.

Y al hablar de instancias de reciclaje, cada vez son más las ONGs y los voluntaria­dos que emergen. Como en este caso "Botellas con Amor".

“Estamos pensando en conformar la ONG. Esperaba una reacción positiva de la gente, pero no tan rápida. Fue un boom de adhesiones”.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina