Diego Maradona, esa figura siempre relevante
Sigue siendo para muchos el que empezó en los Cebollitas de Argentinos Juniors y se puso al hombro los mundiales de 1986 y 1990.
DIEGO MARADONA está presente en la vida de los argentinos desde hace más de 40 años, en un principio por sus cualidades futbolísticas, de excepción, para luego convertirse en protagonista de cientos de escándalos y malos momentos.
POR ESTAS horas, ya de regreso en el país luego de dirigir en México, volvió a la palestra al ser contratado como director técnico por Gimnasia y Esgrima de La Plata, club que está en una comprometida posición en la tabla de los promedios para el descenso del fútbol profesional.
EN NOTABLE lo que ocurre con Maradona, que desde hace muchos años merece miles de centímetros en diarios de todo el mundo, que ha logrado mantenerse como una persona de interés en los medios, superando incluso a estrellas como Pelé y otros que se disputan el cetro de mejor jugador en la historia.
LOS PROGRAMAS de chimentos del espectáculo han sacado jugo a este Maradona cargado de conflictos y peleas judiciales.
EL MISMO que se ha mostrado en situaciones calamitosas por su adicción a las drogas y al alcohol, que ha coqueteado con la política y ha hecho de sus dichos una usina constante de discusiones.
ES TAL su destrato que está enfrentado con sus hijas --fruto de su matrimonio con Claudia Villafañe--, ha hecho toda una historia por recuperar unas camisetas que guarda su ex mujer en su casa, ha recompuesto relaciones con algunos hijos extramatrimoniales, a los cuales desconoció y agravió por años.
MARADONA SIGUE siendo para muchos el Diego de la gente, el Pelusa, que comenzó a jugar en los míticos Cebollitas de Argentinos Juniors, el que se puso al hombro el Mundial de 1986 y de 1990. El gran jugador del deporte más movilizante del planeta.
FUERA DE este aspecto deportivo, su vida ha sido la menos ejemplar de las vidas. La que él mismo eligió. Por propia decisión y gusto. No por las malas compañías o los malos consejos. Sino por decisión y entendimiento.
MARADONA ES, con sus buenas y malas, parte del folklore nacional. Parte de la grieta y de la dicotomía de los argentinos. Es un modelo de lo que somos y de lo que no queremos ser.
ES EL cielo y el infierno. Está siempre, sin las piernas y sin la tortuga. Para bien y para mal.