Importante suba de la mora en los bancos argentinos.
Aunque la situación dista de ser caótica, la cartera irregular de las entidades financieras argentinas se incrementó en forma notable, según datos del BCRA.
Aunque para los especialistas todavía no está en niveles elevados, preocupa su sostenido crecimiento de los últimos meses: de acuerdo con datos del Banco Central, la cartera morosa de los bancos argentinos se incrementó más del doble en menos de dos años.
Así, la llamada cartera irregular, es decir, los atrasos en los pagos de productos y préstamos bancarios, pasó del 1,68 por ciento del total de financiaciones en diciembre de 2017 al 4,44% actual, según datos de la autoridad monetaria.
Para el caso de la cartera consumo (tarjetas de crédito, préstamos personales, etcétera), la morosidad se incrementó desde el 2,89% al 4,88% en junio del corriente, el último dato disponible.
La cartera comercial -que explica el 56% del total del crédito al sector privadofue, sin embargo, la que mostró el peor desempeño; al incrementarse de un casi insignificante 0,88% al 3,89% del sexto mes del año en curso.
“El deterioro de salarios reales por el tarifazo y la aceleración inflacionaria encarecieron el crédito para la gente. Con tasas de préstamos más elevadas, máxime si están ajustadas por UVA, los impagos y los atrasos comienzan a ser cada vez más frecuentes”, explicó el economista Martín Grandes.
Es que merced al ajuste en las tasas de interés de política monetaria que fija el BCRA (el “piso” para las que ofrecen, a su vez, los bancos) pasó del 63,70% en la etapa previa a las PASO al 85,99% actual, lo que, como era esperable, disparó al resto de las tasas del sistema, como por ejemplo, las que se cobran por el pago
mínimo de la tarjeta de crédito.
De hecho, en la actualidad, la llamada Tasa Efectiva Anual (TEA), que incluye los subperíodos de capitalización y se aplica sobre el saldo de la deuda, y no sobre el total, hoy exhibe valores que no bajan del 88 al 172% en algunos de los bancos con asiento en nuestra ciudad.
Pero el verdadero costo del crédito es incluso mucho mayor.
Esto porque las entidades agregan otros gastos extra (como seguros, de administración, impuestos, etcétera), de forma que emerge así el llamado Costo Financiero Total Efectivo Anual (CFTEA), que va desde un mínimo del 114% al 217% entre las entidades que se encuentran en la plaza local y exhiben datos actualizados en sus páginas web, algo que no todas hacen, pese a ser obligatorio.
Para la gente, en este entorno de tasas siderales, pagar el mínimo de la tarjeta es un pésimo negocio.
“La tasa a la que te financian el saldo no pago es casi 100 a 130 efectiva anual con suerte y se te hace una bola de nieve imposible de afrontar”, advierte Grandes.
Pese a ello, la situación en la cartera comercial, que atañe a empresas y, en consecuencia, a fuentes laborales, y la de consumo (familias) dista aún de transformarse en un aluvión de impagos que ponga en jaque al sistema financiero.
“Todavía no estamos frente a ese escenario, pero hay muchas empresas nacionales en concurso de acreedores por diversas razones, fundamentalmente el débil mercado interno y caída de ventas e inflación galopante, lo que ofrece un panorama preocupante a futuro”, manifestó el analista.
En tanto, de acuerdo con una fuente bancaria local, las entidades mantienen a la mora bajo control.
“A la mora la están controlando bastante desde hace tiempo. Es baja porque hace mucho que no es
taban tomando préstamos y los anteriores quedaron baratos por la inflación, de forma que, salvo excepciones, no son imposibles de pagar”, explicó.
Es lo que hay
En en este contexto de tasas muy altas, los consumidores echan mano de lo poco que ofrece el mercado, sobre todo, tomando en cuenta la continua suba de precios de bienes semidurables, como electrodomésticos por ejemplo, de forma que sólo son alcanzables con el auxilio de la tarjeta.
“El alza de precios en bienes semidurables estimula la captación de operaciones del programa “Ahora 12”, pues el consumidor aspira a obtener una ventaja comprando en cuotas fijas y ‘sin interés’”.
“De esta manera se incorpora al mercado tomador de créditos, a un segmento socioeconómico de mayor poder adquisitivo y con baja propensión al endeudamiento”, comentó Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
El sistema local
Producto de la recesión y las elevadísimas tasas, ya desde antes de las elecciones el crédito a privados caía en forma recurrente en nuestra ciudad: la cantidad de préstamos tuvo una variación interanual negativa (-6%), si se compara el segundo trimestre de este año contra el mismo mes del año que se fue.
Por otro lado, ocurrió un caída de aproximadamente el 1% en depósitos y un ascenso del 1% en préstamos respecto al primer trimestre de 2019.
La participación de Bahía Blanca en los valores de Argentina, tomando el segundo trimestre del año 2019 en comparación a igual período del año previo, exhibió un descenso en préstamos, ya que los créditos otorgados por las entidades en Bahía Blanca pasaron de explicar el 0,84% del total del país al 0,71%.
Asimismo los depósitos locales observaron un descenso puesto que la relación analizada pasó de 0,89% a 0,73%.
Los datos son recopilados por el Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA), en base al BCRA.
En tanto, la relación préstamos sobre depósitos, una estimación ilustrativa acerca de la porción del ahorro local que se queda en Bahía, fue del 46,7% para el trimestre previo.
En el segundo de 2018, llegó al 78,8% y, comparando con el tercero del año pasado, se anotó un descenso de 32 puntos porcentuales, una clara muestra del descenso en el financiamiento a familias y empresas de nuestra ciudad.
A nivel país, en agosto, el saldo total de préstamos en pesos al sector privado alcanzó un nivel de $ 1.614.292 millones, representando una suba en los últimos 365 días de $ 16.824 millones, equivalente a un aumento del 1,05% anual.
A pesar de esto, en términos reales acumula una notable baja interanual de alrededor del 50%, ya que la inflación de los últimos 12 meses fue del 54,4%.
Producto de la recesión y las elevadísimas tasas, ya desde antes de las elecciones el crédito caía en forma recurrente en nuestra ciudad.