“Con la vizcacha, en Villarino se podría hacer un proceso productivo virtuoso”
El edil Ignacio Dallavía dijo que es necesario avanzar con el proyecto para poner en funcionamiento la planta de faena de La Gleba, en función de la creación de puestos de trabajo y como una solución a la demanda de los productores ganaderos.
“Me parece que hay que empezar a pensar en hacer algo con la carne de vizcacha. Sería una forma de dar solución a la problemática planteada por los productores por el daño que se produce en los campos y, además, significaría la creación de puestos de trabajo para una planta de faena”.
Lo dijo el concejal Ignacio Ariel Dallavía (Unidad Ciudadana-PJ), uno de los autores del proyecto acerca de la superpoblación de vizcachas en el distrito de Villarino, que dio origen al relevamiento encarado desde la comuna para precisar la problemática.
“¿Dónde? En La Gleba. Allí han trabajado casi siempre con pollos y hoy está sin funcionar. Se puede generar algo importante con la carne de vizcacha”, agregó.
“No hay que hacer nada nuevo. Tenemos los antecedentes del frigorífico de Río Cuarto, en Córdoba, donde se faenan los animales que luego terminan en restaurants de la Capital Federal. Es decir, se trata de un proyecto viable”, sostuvo Dallavía.
El registro de productores afectados aún se realiza en la municipalidad de Villarino. Una vez concluidos, deberá girarse a la Dirección de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires para que tome cartas en el asunto.
“A partir de los testimonios de los productores, no es complejo lo que debe hacer el gobierno provincial para declarar plaga a la vizcacha”, indicó.
“Habría que precisar cómo está especie y la afectación de los campos, pero esto se acelerará en la medida que la comuna insista en buscar una solución”, agregó.
“De todos modos, admito que, si bien es cierto que los campos están invadidos de vizcachas, no se puede salir a matar por matar sin sostener un sector de reproducción porque eso sería poner en peligro a la especie”, sostuvo Dallavía.
Dallavía sostuvo que, una vez que la Provincia declare a la vizcacha como plaga, algo que ya sucedía sobre la década de los ochenta y que luego cambió de estatus, la comuna podrá empezar a habilitar a los cazadores.
“Este es un proceso complejo porque hay que regular el acceso a los campos. Pero algo semejante se hace en el partido de Patagones con los chanchos jabalíes, donde existe una ordenanza vigente para el registro de cazadores”, explicó.
“Sólo cazan quienes tienen permisos, con armas y vehículos habilitados. No hay otra forma de hacerlo. El Estado municipal tiene todas las herramientas para hacerlo en el caso de que sea declarada como plaga”, agregó.
Respecto de la planta de faena de vizcachas, el concejal Dallavía comentó que desde el municipio se deberían adelantar gestiones para saber si la Universidad Nacional del Sur (UNS), que es la propietaria del predio, está interesada en generar un lugar para este emprendimiento productivo.
“Hay muchas alternativas para poder hacerlo”, manifestó.
“Primero hay que saber la posición de la UNS. Pero se podría hacer un convenio de traspaso de las instalaciones por un tiempo determinado, donde participen la municipalidad, los productores o bien una cooperativa de productores”, aseveró.
“¿Mercado? Existe. Habría que viajar a Río Cuarto para conocer cómo trabajan ellos, cómo procesan 10 toneladas de carne por semana y cuáles son los potenciales mercados a incorporar”, afirmó Dallavía.
“Pero es importante destacar que se podrían generar entre 6 y 7 puestos de trabajo genuinos que, para los tiempos que corren, no son pocos”, sostuvo.
“No es complejo lo que debe hacer el gobierno provincial para declarar plaga a la vizcacha”, dijo Ignacio Dallavía.