Barrio Hospital entró en la historia de las bochas
En la serie al mejor de 5 partidos, el terceto de Barrio Hospital venció 3-2 a Tiro Federal e inscribió su nombre por primera vez en el historial de Primera A.
"Año excelente. Me faltó el Provincial Individual, pero ganamos el de Parejas y Tríos; campeón Argentino de Tercetos. Y esto ahora...", dijo Daniel Vitozzi.
“Eche, amigo, nomás; écheme y llene hasta el borde la copa de champán, que esta noche de farra y de alegría el dolor que hay en mi alma quiero ahogar...”.
Y vaya si lo ahogó después de tres finales perdidas. El dolor, para Barrio Hospital, se transformó en alegría, y el terceto integrado por Marcelo Osores, Agustín Inca Heil y Daniel Vitozzi se dio el gusto de cantar y celebrar.
La serie se estiró a cinco partidos, pero esta vez el azulgrana no dejó pasar la chance y venció a Tiro Federal para gritar por primera vez campeón de Primera A.
“Lo veníamos buscando desde hace cuatro años. Perdimos tres finales, pero esta vez se nos dio”, dijo Daniel Vitozzi, el jugador emblema del equipo.
"Dany", el emblema
“El primer partido lo ganamos bien, y en el segundo estábamos 10-0 arriba, pero lo perdimos. Eso nos golpeó un poco, porque caímos en el tercero en casa. El cuarto era a todo o nada y marcó un punto de inflexión. Ganar en cancha de Tiro nos dio el envión que necesitábamos”.
“La experiencia de haber jugado varias finales nos ayudó, porque fuimos mejorando lo anterior. No es fácil perder una final y volver a estar. Nosotros lo hicimos siempre”.
“El Flaco (Escobar) es un fenómeno. Que haya estado errático en un partido no desmerece su juego. Lo demostró en la selección y en su club. Si Danilo pegaba en el último partido la historia podría haber sido otra”.
“Marcelo jugó muy bien las últimas dos manos, en un momento clave. El partido se estiró (fue 15-11), pero la diferencia que siempre tuvimos nos tranquilizaba”.
“Es una revancha. Cumplimos con la dirigencia. E hicimos méritos en todo el torneo: primeros en la fase inicial y marcando una regularidad”.
“El Inca es mi amigo y resalto el buen juego que tuvo este año. Marcelo mejora partido a partido, demostró que puede arrimar en cualquier cancha”.
“Esta vez estuvo mi mamá (Nidia). Llegó en medio del partido y me trajo suerte. Hacía 10 años que no venía a una cancha. Ni mi papá (Hugo, el DT) sabía que iba a venir. Emocionó a toda la familia”.
"Inca", el más contento
“Costó un montón. En mi caso jugó en los psicológico por las finales perdidas. Por detalles no podíamos, y había que cortarla”.
“Estando 13-5 arriba en el último partido me vendí y Tiro se vino. Pensé que se venía todo abajo, pero pudimos reaccionar a tiempo”.
“Me faltaba el título de tríos. Yo decía: 'Si no se me da jugando con Daniel, teniendo la ventaja deportiva y siendo el mejor del año...' Sentía que era nuestra chance, lo disfruté mucho”.
“Tenemos un grupo bárbaro. Marcelo progresó muchísimo y hasta participa de las decisiones. El club se merecía esta alegría”.
“En la selección fui compañero de Escobar y Spurio, y perdimos la final provincial con la otra Bahía. El año fue muy bueno en lo personal”.
“Soy afortunado. Desde que llegué a Bahía jugué más de 20 finales. Es cierto que perdí muchas, pero quién te dice que no se dio vuelta la taba (risas)”.
“Cero cábalas. Me puse nervioso a los 17 cuando debuté; y ahora que tengo 33 me pasó en el último partido. Por suerte cuando yo estaba mal Escobar erraba el bochazo. Un alivio”.
Marcelo, el bonachón
“Fueron tres años difíciles, pero me ayudaron mis compañeros y pudimos llegar al título”.
“El nivel de Primera en Bahía es muy alto, y un error se paga muy caro. Tuve la suerte de jugar las últimas finales, y siempre confié en mis condiciones”.
“Arranqué practicando por diversión, me vio Diego López y me dijo que tenía que jugar. Lo hice en Tercera, fuimos campeones de tercetos y de parejas. Y luego pasé a Primera”.
“Con el apoyo de jugadores como Daniel e Inca todo se facilita. Si tengo una mano floja ellos logran que se pueda disimular. En todos los partidos aprendo algo nuevo, gano experiencia”.
“Me puse nervioso cuando Tiro se nos venía, pero en las últimas jugadas el chico quedó en el rinconcito que a mí me gusta, y ahí no fallé”.
“Le mandaba mensajes a mi papá (Marcelo) que estaba de viaje con mi hermano (Emiliano). En la cancha estaban mi tía Mariela, Manuel y toda la gente de S.U.P.A., que siempre nos hace el aguante”.