Francisco Amor, la voz bahiense de la gran orquesta de Francisco Canaro
Perteneció a la raza de cantores con voz aterciopelada y perfecta dicción para interpretar las poesías del tango
Su voz tenía una armonía muy particular, una “melange” excepcional de barrio y campo; era un cantor de tango con aires criollazos, perteneció a esa raza de cantores con voz aterciopelada y perfecta dicción que sabía perfectamente cuál era el mensaje de la poesía que estaba interpretando.
Francisco Iglesias Amor nació en Bahía Blanca el jueves 7 de enero de 1906. A los 6 años de edad se muda con su familia a la Capital Federal.
Desde muy pibe tuvo inclinaciones por el canto y la actuación, aunque también se destacó como futbolista.
Mientras se ganaba la diaria como empleado ferroviario, buscaba la oportunidad de ingresar al ambiente artístico, El debut llegó el 1 de enero de 1936 en la orquesta de Florindo Sassone, en el Café El Nacional de la calle Corrientes y en Radio Belgrano. Al año siguiente se desempeñó como actor y cantor en la compañía teatral de César Ratti, en el Teatro Apolo y, además, participó en la película “Viento norte” estrenada el 13 de octubre de 1937. Allí cantó las canciones “Vidalita” y “Boyera” con el acompañamiento musical de Francisco Canaro. En 1938 también actuó en la película Pampa y cielo junto a Oscar Alonso, Domingo Conte y los hermanos Lidia Eva y Edmundo Rivero.
Canaro, que siempre se izq., Famá, Canaro y Francisco Amor
adelantaba a los acontecimientos, había decidido inaugurar una nueva modalidad, con dos cantores en lugar de uno, dándoles oportunidad de mayor lucimiento al interpretar no sólo el estribillo sino la primera y segunda parte, como mínimo. La dupla resultaría compuesta por Roberto Maida (que ya estaba consagrado en la orquesta) y Francisco Amor.
Y así debutaría este bahiense en la orquesta de Francisco Canaro, grabando lo que iba a ser su especialidad en la orquesta: los valsecitos. En 1938 registra sus primeros temas: Salud, salud, Dime que sí, de Alfonso Esparza Oteo y Alfonso Espriú Herrera, y Farolito, de Agustín y María Teresa Lara.
Era una época en que se tocaban todos los ritmos y Canaro fue un especialista en ello, por eso Amor se vio obligado a cantar polkas,
marchas patrióticas, rancheras, estilos, chacareras, gatos, corridos y -sobre todovalses. Recién en su décima grabación pudo cantar un tango.
Francisco Amor estuvo cuatro años con Canaro, dejó 47 registros, de los cuales 18 son valses. Algunos temas los hizo en dupla con Maida y luego con Famá que reemplazó a este último cuando se marchó de la orquesta debido a la disconformidad que le generó el ingreso de un nuevo colega. Famá había sido el cantor más exitoso de Canaro y había abandonado la orquesta 4 años antes.
Famá y Amor lograrían una repercusión muy importante, tanto en las actuaciones en vivo como en las ventas de discos. Los éxitos de Amor comienzan con su tema Mulita y se continúan con dos estrenos que perdurarán en la historia del tango: “Cuartito azul” y “En esta tarde gris” ambos del joven compositor y pianista de la agrupación, Mariano Mores. .
Por desinteligencias contractuales con Canaro y con un importante contrato en la mano, los dos cantores se despidieron de la orquesta con dos registros, el 22 de octubre de 1941: “Mañana juega”y“El cuarteador”. También se desvinculó el eximio bandoneonista Federico Scorticati a quien los cantantes le ofrecieron la conducción de la formación que iba a acompañar al dúo Famá-Amor.
Debutaron a fines de 1941 en Radio Splendid. En enero de 1942 partieron en gira hacia Uruguay actuando en distintas emisoras radiales y en los más importantes escenarios. Regresaron en agosto y decidieron, en forma amistosa, disuelven el binomio.
En 1947, participó en la película documental de Antonio Solana "Buenos Aires canta". Al año siguiente realizó una gira por Chile y, luego de un breve paso por Buenos Aires, decidió radicarse en Montevideo; paulatinamente se iría alejando de la actividad musical.
En el país vecino dará rienda suelta a otra de sus grandes pasiones artísticas: el dibujo y la pintura. En ese ámbito, dio muestra de una gran sensibilidad y expuso con éxito sus creaciones en Uruguay, Argentina y otros países sudamericanos.
Su afición cantora se la transmitió a su hijo Rafael Amor (5 de noviembre de 1948 - 23 de diciembre de 2019) que retomó aquellos inicios de su padre consagrándose con mucho éxito al folklore. En la actualidad su nieto Salvador es cantor, compositor y autor.
Falleció a los 66 años en el Hospital Pasteur de Montevideo, Uruguay, el 6 de junio de 1972.