Los protocolos
Si bien existe un plan jurisdiccional que rige a todos, será cada establecimiento educativo el que defina cómo será el dictado de clases de acuerdo a las condiciones que presenta cada edificio.
Los ingresos y egresos a las instituciones educativas serán escalonados con diferencias de 10 o 15 minutos entre grupos para que no haya aglomeraciones. Además, como máximo el grupo podrá estar en el aula 90 minutos y luego será sanitizada y ventilada.
En el acceso se tomará la temperatura corporal y el cuidado de los niños y niñas, que ingresarán solos pero pueden ser acompañados hasta la puerta por una sola persona. Una vez dentro, no se podrán reunir en un espacio común a estudiantes de distintos grados, años y divisiones para el saludo a la Bandera.
No se permitirá el ingreso a quienes presenten síntomas de COVID-19, que estén en aislamiento o con contacto estrecho con algún caso sospechoso.
Se tendrá que respetar el distanciamiento social de un metro y medio entre los protagonistas de la escuela (directivos, docentes, personal no docente, preceptores y alumnos) y no compartirán elementos como mates, vajillas ni útiles.
Aquellas instituciones que no cuenten con instalaciones amplias para garantizar el dictado de clases para el curso completo, podrán optar por el armado de “burbujas”, que refieren a los grupos de convivencia estable de alumnos que compartirán la misma aula durante la permanencia en el establecimiento educativo, desdoblando en dos o en tres grupos al total de cada grado.
El propósito de la medida es que, en caso que alguno de los integrantes del “aula burbuja” diera positivo para Covid-19, sólo se tenga que aislar a la persona infectada y al resto de su grupo de convivencia.