Llegó la hora en la que el “Pala” le puso un punto final a una gran carrera
Con más de 20 años dentro de una cancha de Primera y con casi 850 partidos en el lomo, Rodrigo cerró un recorrido fantástico, incluidos dos Mundiales.
e despidió como llegó. Casi en silencio, sin demasiado ruido. Rodrigo Sebastián Palacio colgó los botines de fútbol a los 40 años y con una trayectoria notable e intachable.
Atrás quedaron más de 800 partidos en Primera y un recorrido fantástico.
De aquel pibe que hizo su presentación en Bella Vista –cuando tuvo que optar entre el fútbol y el básquetbol-al cierre en Brescia pasaron más de 20 años de una carrera superlativa.
De la mano de “Pelo” Hernández hizo su presentación en el “gallego” para comenzar a transitar un muy lindo camino. Llegó el primer título en el torneo doméstico, aunque con la particularidad de que se perdió el partido del cetro por haber arribado al límite de amonestaciones en el choque ante Liniers que le costó varias lágrimas.
Tendría revancha en el Federal B. Allí comenzó a construir su “Palacio”. Con 16 goles en 27 cotejos, el atacante bahiense dejó de ser una promesa para convertirse en presente. Las sobresalientes actuaciones pusieron a Rodri en vidriera.
Y llegó el momento de subir otro peldaño. Huracán de Tres Arroyos se fijó en el “hijo de”, ya que su papá José Ramón había dejado un
Senorme legado en el Globo.
Contenido por afectos directos, entró en sintonía con el equipo y la segunda división de nuestro fútbol.
Un amistoso contra Olimpo en Monte Hermoso le abrió las puertas a la máxima categoría. Allí, el “Emperador” Falcioni le echó el ojo para luego reclutarlo en Banfield. Tampoco le pesó la responsabilidad y en un abrir y cerrar de ojos pasó a estar en “boca de todos”.
Su arribo a un grande no le modificó su esencia.
El mundo Boca no lo obnubiló. Y con su perfil bajo que lo siempre lo caracterizó, se ganó el respeto de todos.
Hubo varias vueltas olímpicas importantes y el teléfono le sonó para vestir la celeste y blanca nada menos.
Dijo presente en el Mundial de Alemania 2006.
Llegó el salto al fútbol internacional. Genoa lo recibió con cariño y pagó con creces. A tal punto, que sus actuaciones lo catapultaron al coloso Inter.
Tuvo revancha en 2014 para convertirse en el primer bahiense en disputar dos Mundiales. Junto al equipo de Sabella, rozó la gloria con la punta del botín, pero la suerte les fue esquiva.
La recta final lo encontró en Bologna –primero-- y Brescia (después) para convirtirse en el jugador más longevo en convertir por triplicado en ese país.
Para nosotros el “Pala”; para otros “La Joya”, “El Trenza”, etcétera. Pero para todos un gran futbolista, pero mejor persona...