Carne vacuna, oferta y valores: continúa el retraso respecto de la inflación
En este mes de agosto, según los relevamientos del IPCVA, el aumento fue del 1,2 % contra un incremento general de precios al consumidor (IPC) que avanza al ritmo del 7 % mensual. El informe del Rosgan.
“Mas allá de la sequía, ingresamos a los últimos meses del año con un panorama complejo para la carne vacuna”, dijo María Julia
Aiassa, del Rosgan.
Abundante nivel de oferta producto de la restricción de los campos; precios internos planchados por la debilidad de compra que acusa el consumo e insumos cada vez más caros que restringen (drásticamente) el margen para el engordador son algunas de las razones que la analista de mercados cárnicos expuso entre los argumentos.
“Como si este combo no fuera suficiente, la exportación ya no está generando la misma tracción sobre los valores que supo ofrecer hasta el mes pasado al enfrentarse a un escenario más incierto, al menos transitoriamente, como producto de la desaceleración de la demanda china”, aseguró.
“Y, localmente, el producto final claramente no logra encontrar tracción en la demanda” amplió.
Del mismo modo, Aiassa sostuvo que, en este agossemestre, to, según el relevamiento de precios minoristas que realiza mensualmente el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), la carne vacuna aumentó 1,2 % contra un incremento general de precios al consumidor (IPC) que avanza a un ritmo del 7 % mensual.
“En lo que va del año, el precio de la carne al mostrador acumula una suba del 31,3 %, mientras que la tasa de inflación de los primeros ocho meses del año asciende al 46,1 %”, dijo.
La odiosa comparación
“Esto determina una pérdida de valor, en términos reales, de casi 15 puntos”, agregó Aiassa.
“Si lo comparamos con la trayectoria del año pasado, vemos que recién en octubre se generaba un primer retraso contra la inflación que, rápidamente, era corregido con una suba de precios de casi 20 puntos entre los meses de noviem- bre y diciembre de 2021”, indicó.
La consultora dijo que, este año, el precio de la carne no ha mostrado grandes avances durante el primer deteriorándose drásticamente en los últimos dos meses.
“En el caso de la hacienda gorda, si bien se estabiliza nominalmente, al igual que la carne sigue perdiendo valor en términos reales”, aseveró.
El precio del novillito gordo para faena, tras haber marcado máximos de 350 a 360 pesos en los meses de mayo y junio, bajó un escalón en julio y allí se estabilizó en torno a los $ 340 corrientes. Esto, justamente, generó un retraso contra la inflación de más de 15 puntos.
“En este caso, a diferencia de lo observado con los precios de la carne vacuna, el valor del gordo ya ha transitado períodos de fuerte retraso durante el año pasado para, luego, recibir dos importantes correcciones: una entre noviembre y diciembre del 25 % nominal, y la otra en febrero y marzo de este año, con otro 20 % nominal”, explicó.
“Este año, medido al mes de agosto, partimos de un retraso de valores de unos 5 puntos más pronunciado que el año pasado”, sostuvo.
“Esto complica la relación de reposición de cara a los próximos meses, ante un ternero que, estacionalmente, resulta escaso y cuyos valores comienzan a afirmarse en términos reales”, afirmó.
Los insumos
Aiassa también dijo que, por el lado de los insumos, el panorama no es menos alentador.
“La última medida implementada por el Gobierno nacional para impulsar la liquidación de soja por parte de los productores en un intento por captar mayores divisas ha complicado, de manera directa o indirecta, al resto de las producciones que dependen de los granos como fuente de alimento”, comentó.
“En este sentido, más allá del impacto que genera el aumento del precio de la soja y sus derivados en la composición de los alimentos balanceados, el aluvión de ventas de la oleaginosa que esta medida ha generado, también impacta en otros mercados”, dijo.
“Y no sólo por la congestión logística que ocasiona al tratarse de una ventana de venta muy corta, sino también por la menor necesidad de venta de otros productos ante el ingreso adicional logrado”, contó.
La crisis de los feedlots
Según los cálculos realizados por la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), la pérdida por animal liviano que sale de los corrales supera, con datos a este agosto, los $ 1.700 luego de haber alcanzado márgenes positivos en torno a los $ 10.000 hace tan sólo dos meses atrás.
La analista entiende que, con este panorama de
“En el mercado interno, el producto final claramente no logra encontrar tracción en la demanda”, dijo Aiassa.