Buscan revertir la “mala fama” que tienen los murciélagos
El municipio rubricó un convenio con el Programa de Conservación de los Murciélagos de Argentina (PCMA). Para los especialistas, es imperativo proteger la especie y romper muchos mitos.
Diversos mitos e historias han generado que los murciélagos sean una especie incomprendida alrededor del mundo. Esto ocasiona que se desconozcan muchas de las ventajas que estos animales brindan al medio ambiente.
Para revertir esa “mala fama” que arrastran en la sociedad bahiense, el municipio rubricó un convenio con el Programa de Conservación de los Murciélagos de Argentina (PCMA), una fundación integrada por diversos investigadores, que buscan profundizar conocimientos y procura conservar este tipo de especie.
Estos voladores, únicos en su tipo, son fundamentales para un buen desarrollo del entorno ambiental, ya que como polinizadores, dispersores de semillas y controladores de plagas, mantienen en equilibrio la biodiversidad de los ecosistemas que habitan.
El principal peligro al que se enfrentan las poblaciones de murciélagos es el ataque directo del ser humano. Lamentablemente, en muchas ocasiones es absurdamente incitado, ya sea por su particular aspec- to, por sus hábitos nocturnos o por toda la serie de mitos insólitos que hay alrededor de ellos.
Para los especialistas, es imperativo cuidar de esta especie y romper muchos mitos y mentiras acerca de ellos, ya que muchas personas les tienen repulsión y no conocen el papel benéfico que tienen.
“Uno de los objetivos más importantes del acuerdo con PCMA es desarrollar juntos acciones que tengan en relación con la peligro al que se enfrentan las poblaciones de murciélagos es el ataque directo del ser humano. conservación y al manejo de la especie, pero también en la difusión y la educación, fundamentalmente con presencia en las escuelas”, explicó la bióloga bahiense Mirna Damiani, jefa de área del departamento de Saneamiento Ambiental del municipio.
Este programa sostiene que su intento de eliminación es un error, ya que cumplen un papel muy importante dentro del ecosistema y que en todo caso
conviene abordarlo desde otro tipo de control.
“Buscamos generar darle un marco formal a su conservacionismo, apostando a la difusión y concientización. Es importante que la gente conozca métodos de exclusión, empleando un protocolo que está aprobado a nivel país. Por eso ofreceremos charlas en escuelas y en instituciones de la comunidad”, añadió Damiani.
La idea es desmitificar lo
que se dice de esta especie.
“La realidad es que los murciélagos tienen “mala fama o mala prensa”, como se suele decir en algunos casos. Y es importante aclarar algunas situaciones para revertir ese temor infundado que tiene gran parte de la sociedad”, dijo.
La realidad es que a pesar de ser considerados “vampiros”, es decir, consumidores de sangre, solo 3 especies son hematófagas y en esos casos se alimentan
de sangre de ganado, en su mayoría vacas.
“En Bahía, las especies predominantes son insectívoras y necatarívoros. Y por ello tienen un papel importante en el ecosistema de una ciudad. Traen muchos más beneficios que perjuicios. Especialmente los insectívoros, que funcionan como excelentes controladores de plagas, ya que se alimentan de mosquitos o polillas, por ejemplo. Haciendo un control biológico natural, que de otra manera no ocurriría”.
Y añadió: “También están los que se alimentan de frutas, que son grandes diseminadores de semillas, porque vuelan con el fruto en la boca, después lo comen y eliminan la semilla que cae en suelo fértil y ayuda a zonas con poca vegetación”.
Aunque es verdad que son posibles transmisores de rabia, también lo son muchos otros animales que habitan en la ciudad.
“Es muy raro que ataquen a una persona, excepto que se sientan en riesgo. Sólo lo harán como método de supervivencia”, señaló Damiani.
Una característica de los murciélagos que predominan en nuestra ciudad es que son migratorios, por lo que prácticamente no se ven en épocas invernales y retornan en primavera.
“Por eso recomendamos que la limpieza de taparrollos y otros sitios en los que puedan anidar, sean limpiados en este lapso. O bien para realizar los sellados de posibles ingresos”.
Aunque no está determinada la población total, sí se puede señalar que están lejos de ser una plaga.
“No porque haya muchos se la puede denominar plaga. Hay áreas en las que se concentran más que en otras, porque escogen lugares tranquilos, de poco ruido, en cierta altura y secos. Suelen formar colonias de entre 20 y 150 individuos”. Los períodos de gestación de éstos mamíferos son de 3 a 6 meses y tienen sólo una cría al año.
“Se puede convivir con ellos. No es necesario eliminarlos, porque es contraproducente para el ecosistema. Trataremos de transmitir toda esta información en los más chicos, porque es una entrada directa a las familias. Esta estrategia fue utilizada con otros temas y ha funcionado”, cerró Damiani.
"Es importante aclarar algunas situaciones para revertir ese temor infundado que tiene parte de la sociedad”.