El básquetbol bahiense, en un lugar indiscutible
Hay un condimento que se encarga de establecer por qué una ciudad está íntimamente asociada a determinada práctica deportiva.
no tiene desde hace años equipos en la Liga Nacional de Básquetbol, la categoría de elite que ha desdibujado a los tradicionales torneos provinciales y argentino que llevaron a nuestra ciudad a consolidarse como capital de ese deporte.
BAHÍA BLANCA
ha hecho que, de manera informal, se cuestione si todavía le corresponde a nuestra ciudad el sitial de “capital del básquetbol”, frente a lugares como Córdoba, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia o CABA que han llevado a sus equipos a ganar ese torneo.
ESA AUSENCIA
hay un elemento, un componente, un condimento que se encarga de establecer por qué un lugar está intima y completamente asociado a determinada práctica, costumbre o gusto.
SIN EMBARGO,
que ver con lo que es parte de una identidad colectiva, de una tradición perpetrada a lo largo de décadas.
ESO TIENE
no está atado a premios ni a campeonatos, más allá de los significativo y trascendente de lograrlos.
ALGO QUE
finales por el ascenso entre Pacífico y 9 de Julio dejaron en claro que hay una llama, una forma de vivir el juego, una pasión que no se extingue, que sigue vigente de generación en generación.
LAS RECIENTES
de barrio de nuestra ciudad siguen aglutinando a cientos de chicos que eligen este deporte, que los anima y entusiasmo, que no deja de ser el juego por excelencia que prefieren.
LOS CLUBES
pueden existir períodos en los que el nombre de la ciudad se apague a la hora de generar figuras. Porque forma parte de lo natural.
CLARO QUE
jugadores que han llegado a lo máximo. Campeones en la NBA, medallas de oro en una olimpíada, dirigir el seleccionado nacional, ganarle al campeón del mundo con jugadores locales.
BAHÍA TIENE SON CUMBRES
de máxima.
POR ESO, EL TORNEO
difíciles de superar, son logros
los parámetros a utilizar son otros. En Bahía Blanca se habla de básquet, se lo entiende, se lo disfruta, se lo juega. Hay aros en las calles y en las plazas.
local es prueba suficiente de ese sentimiento, natural de una capital.