Todos contra el árbitro
La intolerancia hacia quienes imparten justicia es evidente.
“No es fácil dirigir fútbol amateur. Prácticamente son 3 personas contra el resto. Ante un hecho violento, no hay quién te defienda, porque es imposible poner policías en cada cancha y tampoco hay alambrado que te proteja”, manifestó Gustavo Altuna.
Y añadió: “Curiosamente no subió demasiado el número de expulsados o amonestados por fin de semana. Pero sí cambiaron los motivos: hoy hay más rojas por insultos o protestas airadas que por infracciones”.
Ciraudo reconoció que este año, en LIFACAL, tuvieron que parar una fecha para que los equipos reflexionen sobre las situaciones violentas que se estaban produciendo.
“Veníamos soportando muchas agresiones y amenazas y decantó en una agresión física a un compañero que fue la gota que rebalsó el vaso”.
Y añadió: “No es fácil dirigir partidos de ligas amateurs. Siempre digo que aquel que es capaz de dirigir ahí, en la Liga del Sur lo hace de taquito. En esos partidos, sos vos contra todos. No hay policías ni alambrados que te protejan. Incluso, tenés que pensar si llevas el auto, porque muchas veces te los rayan o te los abollan con patadas. Y terminás perdiendo plata”.
Tanto Altuna como Ciraudo admitieron que estas situaciones terminan cortando una fuente laboral.
“Antes tomábamos las ligas amateurs para empezar a formar árbitros, con la finalidad de que terminen dirigiendo Liga del Sur o certámenes regionales. Hoy hay que tener mucho cuidado con las designaciones. Y muchos chicos prefieren no dirigir y dedicarse a otra cosa pese a que éste puede significar un ingreso extra en medio de la crisis económica que atraviesa el país”, señaló Altuna.
“Antes nosotros designábamos a los árbitros que recién empezaban para que vayan forjando su carácter. Hoy es imposible. Los acobardan con los maltratos, los insultos, las agresiones y las amenazas y dejan de dirigir. A mi me pasó, de perder jóvenes con proyección por esa situación. Prefirieron dedicarse a otra cosa”, opinó Ciraudo.
“Este tipo de situaciones no ayudan para que los chicos se sumen al arbitraje. Y eso que la salida laboral es inmediata, porque incluso hay ligas que no se pueden jugar por falta de árbitros”, agregó Altuna.
“Es verdad que los árbitros no se llenan de plata por dirigir. Es un ingreso extra y nada más. Sumado a que deben resignar los fines de semana, cada vez son menos los inscriptos en las escuelas de formación”, cerró Ciraudo.