En una elección marcada por la incertidumbre, Milei, Massa y Bullrich van por la presidencia
El libertario busca ampliar su triunfo de las PASO para ganar en primera vuelta. UxP y JxC apuntan a mejorar sus números para llegar a un escenario de balotaje.
Unos 35 millones de argentinos están habilitados a votar este domingo para elegir a los nuevos presidente y vicepresidente de la Nación para el período 2023-2027, en una compulsa que tiene cinco candidatos y anticipa un voto dividido en tercios entre el frente oficialista Unión por la Patria (UxP), y los espacios opositores de La Libertad Avanza (LLA) y Juntos por el Cambio (JxC), si es que se mantienen las preferencias que mostró el electorado en las PASO de agosto pasado.
En una votación que definirá quiénes serán los sucesores de Alberto Fernández y de Cristina Fernández
de Kirchner, la atención está puesta en cuánto respaldo lograrán el ministro de Economía Sergio Massa (postulante de UxP), el diputado nacional Javier Milei (LLA), la exministra de Seguridad Patricia Bullrich (JxC), la diputada Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad) y el gobernador cordobés Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País).
En las primarias Milei logró un sorpresivo triunfo al obtener el 29,86% de los sufragios, seguida por Bullrich, quien sumó 28,00% -con la suma de los votos de su contrincante en la in- terna, Horacio Rodríguez Larreta- y por Massa, que alcanzó el 27,28%, gracias al aporte de los votos conseguidos por la lista interna de Juan Grabois.
Muy lejos se posicionaron las otras dos fuerzas que superaron el piso del 1,5% necesario para competir en las generales: Schiaretti logró 3,71 puntos y Bregman se quedó con un 2,61%.
De repetirse estos resultados, la ciudadanía tendrá que definir al próximo mandatario mediante una segunda vuelta o balotaje, que ya fue programado para el próximo domingo 19 de noviembre.
Así lo establece la ley electoral en caso de que ningún candidato presidencial obtenga el 45% de los votos válidamente emitidos, o en caso de que ningún candidato obtenga el 40% de los votos válidos con una diferencia de al menos 10 puntos del segundo.
De acuerdo al Código Electoral Nacional, “en la segunda vuelta participarán solamente las dos fórmulas
más votadas en la primera, resultando electa la que obtenga mayor número de votos afirmativos válidamente emitidos”.
Si así fuese, se trataría de la segunda vez en la historia del país en que un mandatario resulta electoa través de este sistema, implementado en la reforma constitucional de 1994. hasta el momento el único antecedente de balotaje se produjo en los comicios de 2015, cuando Mauricio Macri terminó imponiéndose sobre Daniel Scioli.
A lo largo de la última semana, antes de la veda electoral que se inició en la mañana del viernes, los partidos y frentes pusieron punto final a sus actividades de campaña, tras una intensa actividad proselitista desarrollada en todo el país, que incluyó dos debates obligatorios entre los cinco aspirantes a la Casa Rosada.
Durante buena parte de la campaña, los postulantes se cruzaron duramente, con acusaciones, reproches e ironías, por sus pro
puestas y posturas acerca de las principales preocupaciones de la agenda social, como la inflación, la inseguridad y la corrupción, llenando de desgaste e incertidumbre el ánimo del electorado.
Así quedó demostrado en las PASO, cuando el nivel de participación ciudadana descendió al 69%, la cifra más baja para una primaria presidencial desde 2011.
Además de Presidente y Vice, en los comicios generales de hoy se elegirán 130 diputados nacionales, 24 senadores nacionales en ocho provincias, 19 parlamentarios del Mercosur por distrito nacional y 24 parlamentarios del Mercosur por distrito regional.
Como sucede cada dos años, el electorado deberá renovar parte del elenco legislativo (ver página 7). En este caso, los cambios abarcan la mitad de la Cámara de Diputados (130 bancas) y un tercio del Senado (24 bancas, que representan a las provincias de Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz).
Las proyecciones tras los resultados de agosto indican que ninguna fuerza política lograría tener quórum propio en ambas cámaras (se necesitan 129 escaños en Diputados y 37 bancas en el Senado).