Narco rosarina pide domiciliaria en Bahía Blanca pero se la rechazan
Yemina Vargas, condenada en Santa Fe por tráfico de drogas, se había profugado a fines de 2022 y fue recapturada este año en Mendoza. Sus hijos viven en Bahía con su pareja.
La necesidad de sus hijos de 15 y 20 años, uno de ellos con problemas de salud mental, de contar de manera presencial con su madre no fue suficiente para que la Justicia de Rosario le otorgara el beneficio de la prisión domiciliaria a María Yemina Vargas, condenada por tráfico de drogas que se había profugado en nuestra ciudad.
La respuesta negativa fue de parte del juez Tomás Eugenio Malaponte, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de esa ciudad santafesina, el mismo que le había impuesto 8 años de cárcel a la mujer.
En abril de 2020, Vargas había recibido el beneficio de la detención en un domicilio de Pasaje Esperanza 2700, en el barrio Maldonado de Bahía Blanca, aunque a fines de 2022 se la fue a buscar y no estaba, con lo cual se la declaró rebelde.
Recién el 25 de abril pasado fue localizada en el distrito Desaguadero de Mendoza, en medio de un control policial en la ruta nacional N° 7.
En ese momento, cuando circulaba junto con otras 3 personas en un Fiat Cronos, falseó su identidad hasta que los uniformados cotejaron su DNI y descubrieron que era otro. En esa oportunidad, además, secuestraron cocaína, marihuana, LSD y una balanza digital.
La defensa de Vargas, a cargo del doctor Carlos Ablada, pidió nuevamente la domiciliaria para ella y ofreció una pensión en la segunda cuadra de la calle Israel, en nuestra ciudad, donde actualmente viven sus hijos y su pareja.
Dijo que sus hijos no tienen a nadie más y que requieren de su cuidado, tanto para su manutención como por cuestiones de salud (aportó los certificados médicos del hospital Municipal Leónidas Lucero y también informes del Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño de Bahía).
Sin embargo, la fiscal Federica Tiscornia, a partir de los antecedentes y la conducta de la acusada, con repetidos "desapegos al cumplimiento de las normas", se negó al beneficio, postura que también tuvo la Justicia.
"Irrenunciables"
El tribunal rosarino, en cabeza del juez Malaponte, decidió rechazar el beneficio y mantener a Vargas en la cárcel.
"La detención domiciliaria no es de aplicación automática, sino que obedece a 'irrenunciables imperativos humanitarios' que deben ser evaluados por el magistrado que la concede en virtud de la 'facultad' que le otorga el ordenamiento legal", dijo el juez, en cita de otro fallo.
Explicó que las solicitudes de prisiones domiciliarias deben ser analizadas de manera "restrictiva" porque configuran "una excepción" a la permanencia de un condenado en una unidad carcelaria.
El informe socioambiental confirma que los hijos de la mujer habitan una pensión de 10 habitaciones, que cuentan con comedor, cocina, baño y habitaciones -todo en buen estado de conservación- y servicios de luz, gas, agua, cable e internet. También señala que la actual pareja de la mujer contribuye con la familia para atender las necesidades de alimento y dinero y que esporádicamente ayudan uno de los abuelos y el padre de los chicos, con quien tiene escaso contacto.
"Considero, respecto de la situación del grupo familiar, que los informes incorporados al legajo no hacen más que reflejar las consecuencias lógicas que la privación de libertad supone para el causante y sus allegados, sin que se releven circunstancias excepcionales que aconsejen la adopción de un temperamento diferenciado", remarcó el juez santafesino.
De la información -agregóinfiere que los hijos de Vargas "no están atravesando una situación de desprotección, desamparo, abandono o extrema vulnerabilidad" que habilite al beneficio.
"Las consideraciones permiten aseverar entonces que el interés superior de los menores está siendo debidamente custodiado", sostuvo.