Interna en la barra de Villa Mitre: no evitará el juicio por un crimen
La Justicia descartó, al menos en esta instancia, que Facundo Solís haya actuado en legítima defensa al disparales a los hermanos Ortega frente a la sede del club. Uno falleció y el otro terminó herido.
El crimen cometido hace poco más de un año en medio de una interna de la barra de Villa Mitre se resolverá en un juicio oral, luego de que la Justicia rechazara, en segunda instancia, el sobreseimiento del principal acusado.
Se trata de Facundo Nicolás Solís, quien está procesado por atacar a tiros a los hermanos Ortega, provocando la muerte de Gastón Alberto y heridas en Jonathan José.
El eje de la discusión en este caso estaba centrado en si Solís actuó en legítima defensa, tal como lo argumenta la defensa, a cargo del abogado Sebastián Martínez, aunque tanto el juez de Garantías Guillermo Mércuri, en su momento, como ahora la Cámara Penal desestimaron esa posibilidad.
El sangriento desenlace tuvo lugar el 3 de febrero del año pasado, sobre las 20.40, en la vía pública de Garibaldi al 100, frente a la sede de la institución tricolor y a minutos del inicio de un partido de básquet en el estadio José Martínez.
Según la investigación se estableció que, en esas circunstancias, Solís realizó un disparo con un arma calibre 22 contra Gastón Ortega, causando su deceso al haber impactado el proyectil en el húmero, atravesando la axila y con ingreso en la cara anterior derecha del tórax.
Luego hubo un segundo disparo de Solís que dio contra Jonathan Ortega, a la altura del muslo izquierdo, hecho que se configuró como lesiones leves.
Según las constancias que había reunido la Policía, ese día se había reunido en la puerta de la sede un grupo de hinchas de Villa Mitre, como para diagramar una camiseta nueva para la hinchada, cuando en ese momento llegaron representantes de lo que sería otra facción de la barra, entre quienes se encontraban algunos que tomaron parte de la revuelta que, en 2020, había terminado con la vida de un hincha de Olimpo.
Reacción desmedida
Luego de que la Justicia de Garantías rechazara el sobreseimiento de Solís, el defensor Martínez recurrió a la Cámara Penal, pero la Sala II confirmó el fallo de primera instancia y el acusado tendrá que ir a juicio.
Así lo resolvieron los camaristas Pedro Morán y Gustavo Barbieri, quienes adhirieron al planteo de Mércuri, su colega de primera instancia.
Según el abogado de Solís, el acusado actuó bajo la justificación de la legítima defensa (o a lo sumo con exceso de la misma), porque recibió una agresión ilegítima, sin provocación de su parte, por una persona que tenía un cuchillo en su mano. Y que para ello tomó un arma de fuego que tenía en su vehículo, cercano al lugar.
La defensa también cuestionó que solo se citara a declarar a los amigos íntimos de las víctimas, haciéndose una "interpretación parcial" de la prueba.
Sin embargo, para la Cámara existen "elementos y medios de convicción suficientes" para elevar la causa a juicio.
Dijo que la mayor parte de los planteos de la defensa "ya fueron objeto de tratamiento" por el juez Mércuri y que su queja "deviene inidónea".
Para el doctor Morán -con la adhesión de su colega Barbieri-, no está acreditado que Solís haya actuado bajo legítima defensa.
Explicó que para llegar a ese extremo se necesitan 3 presupuestos: 1) agresión ilegítima, 2) necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla y 3) falta de provocación suficiente por parte del defensor.
En ese marco, entendió que no hay pruebas de la existencia de una agresión ilegítima.
"No cualquier ataque o acometimiento constituye la agresión a la que vengo refiriéndome, sino solo aquella que sea injusta, actual y no provocada; esto es, que haya existido o que exista una situación de peligro grave y concreto para quien se defiende", explicó el camarista.
Y se refirió a los dichos del propio Solís, quien dijo que en momentos previos había interceptado a Jonathan Ortega al verlo que estaba solo.