A disfrutar
Conciertos en Martínez Estrada y en la Catedral
Sonidos y voces. Rocío Migueles y Matías Morelli tocan hoy, a las 21, en Alem 908; en tanto, los coros de Niños de la Cooperativa y de la UNS, dirigidos por Carmelo Fioriti, cantarán a las 20.30, en Nuestra Señora de la Merced. encuentro con este filme.
La larga espera, los teasers, trailers y subsidiarios varios de la previa a la llegada de esta cinta genera en el cinéfilo un exceso de adrenalina que no encuentra el curso ante la pantalla. El resultado es una atribulación que no se condice con la oferta; cierta indecisión acerca de sI "lo que veo es lo que esperaba o, en verdad, no me convence".
En principio, y como para disfrutar mejor de Minions, hay que relajarse y recordar que estos chicos amarillos, amantes de los malos y las bananas, sorprendieron con su aparición en Mi villano favorito y tomaron un mayor protagonismo en la acción de Mi villano favorito 2.
Hoy cuentan su propia historia a través de un guión original, lleno de gags, algunos tiernos, como la adicción que Bob tiene por "le Puchi" --ver para saber y evitar el spoiler--, muchos escatológicos como corresponde a su conducta, y otros de hilado fino, por caso, una reina que se divierte tomando cerveza con los muchachos en los bares cuando se le quita por un rato la corona.
Idea y espectáculo
Hay mucho más, todo disfrutable en dos dimensiones y mucho más en tres, gracias a una labor de animación tan llena de detalles como cuidada.
El de animación es el género por excelencia donde se produce la tan demandada conjunción de los planetas "ideas" y "espectáculo" que en el universo de Hollywood parecen pertenecer, en demasiadas ocasiones, a galaxias diferentes.
En este segmento, la competencia juega a favor, y Minions es ejemplo de ello, siempre que se lo mire sin presión y con los ojos bien abiertos.
Apunte aparte: los créditos finales, como los iniciales, forman parte de la narración y el relato no siempre concluye con el sentencioso "The end". Solo las luces de la sala encendidas a pleno dan pauta de que el espectador no se perdió ninguna escena por escapar antes de la sala. Comentá esta crónica en lanueva.com