Adiós, muchachos

Hace 60 años, en julio de 1955, se estrenó en nuestra ciudad, con carácter de premier nacional, el film Adios, muchachos, primera película dirigida por Armando Bo.

No está en claro por qué se eligió a Bahía Blanca, pero lo cierto es que en julio de aquel año el Palacio del Cine, de calle Chiclana al 100, se vio desbordado de gente que asistió a la exhibición de este primer trabajo de Armando Bo, quien a sus 41 años de edad y luego de una extensa carrera como actor, se largaba a la dirección. En la ocasión llegaron precisamente Bo, acompañado por el cantante Alfredo Dalton y la protagonista Diana Ingro. Dalton había sido el ganador de un concurso organizado por el propio Bo, buscando una nueva voz del tango para su propuesta. La trama contaba la historia de dos amigos de barrio que triunfaban en el mundo del espectáculo, uno como cantante, el otro como pianista.

Además del film, el espectáculo incluía la actuación en vivo de Dalton, quien cantó No me pregunten por qué, Rencor y Nelly, entre otros. La presentación fue un éxito y, como dato curioso, la película se estrenó en los cines porteños cinco meses después, con una crítica no demasiado favorable. “Cine primitivo, sin inquietudes”.

Fue el último film de Bo dentro de esa temática. Ese mismo año conoció a la flamante miss Argentina, Isabel “Coca” Sarli, con quien filmó, en 1958, El trueno entre las hojas, dando inicio a toda una serie de películas de tinte erótico aprovechando las generosas curvas de la mujer.

Retomando aquel mes del 55, quien no se entusiasmaba con esa propuesta podía asistir al cine Odeón (O’Higgins 48) para ver a Zully Moreno en El barro humano, al Astral (Brown 162), Sin novedad en el frente, o al cine Unión, de calle Almafuerte, con Luz y sombras, con Kirk Douglas y Lauren Bacall.