Un cambio cultural
Mientras leemos hasta el cansancio noticias que nos informan que “Cristina participa de la última reunión de presidentes del Mercosur”, su gobierno actúa como si su mandato fuera vitalicio y el país todo fuera de su propiedad; no solamente los tres poderes, que de independientes nada tienen.
¿Cómo hemos llegado a este nivel extremo de degradación?
Bad information es solo una mínima exhibición de la falta de educación, cultura, clase, calidad, presencia, prudencia, moral, honestidad, coherencia, capacidad y bondad que emerge de nuestra Argentina.
Nos están llevando a confundir la mala educación, agresividad, resentimiento y grosería pendenciera con inteligencia y formación. Si hasta escuchamos que es una gran oradora… ¿Perdón? Nunca en 215 años hemos visto a alguien que ejerza la primera magistratura en forma tan desafortunada y patética, ejercicio que rebaja la figura presidencial a los más bajos estratos.
Yendo más a fondo en el análisis, no solamente la conducta presidencial es un bochorno, sino que la corona la anomia de la mayoría de la sociedad, que somos quienes elegimos a los que nos gobernarán, representarán y juzgarán.
Que la clase política y dirigente nacional haya devenido en algo que nos da vergüenza ajena no es novedad, pero que su deterioro siga progresando sin solución de continuidad da para pensar que enfrentaremos graves problemas en el futuro.
El terremoto cultural que arrasó con el almirante genovés Cristóbal Colón, reemplazado por Juana Azurduy, que tiene merecidos reconocimientos, es una de estas barbaridades cometidas por este grupo de populistas ignorantes que están en el gobierno.
Y no es la única barbaridad, ahora se enfocarán a las calles Alsina y Perú, donde se encuentra el monumento al gran presidente Julio Argentino Roca, a quien acusan, en su ignorancia e irresponsabilidad, de genocida.
Si finalmente el kirchnerismo se retira del poder, dudo que quien lo reemplace tenga claro quién fue y que significó para la Argentina el presidente Roca.
Es de esperar que sobrevenga un cambio cultural que ponga énfasis en la honestidad y en el no robarás, basado en una educación de calidad como la de aquella gloriosa época y corrija esta barbarie que solo fomenta ignorancia, odio y corrupción.
De un sujeto malo e ignorante poco puede esperarse; sin embargo, querer cambiar la historia fabricando otra para dividir y perpetuarse en el poder es injustificable.
Hace décadas, quienes aún permanecen en el poder fomentaban y difundían otras historias que los beneficiaron y convirtieron en enriquecidos y grandes propietarios, como por ejemplo con la dictatorial 1.050.
Da mucha pena y dolor escribir esta nota, que espero evite que nos acostumbramos a vivir aceptando un populismo teocrático, fundamentalista e ignorante que intenta gobernarnos por medio de impulsos neuróticos.
El ataque implacable a la Justicia y a todo aquel que se atreva a investigar los lúgubres y corruptos senderos de este poder, además de ilegal es sistemático. Analizar si realizan estas arbitrariedades porque son culpables de todas las acusaciones o si están debilitados porque el poder se les está yendo de las manos no ayuda.
En cambio, podemos interrumpir esta carrera si nos damos cuenta en forma simple y clara de que el sistema vigente en la Argentina desde hace décadas ha sido perfeccionado y elevado a la máxima potencia en los últimos 12 años, transformando la good corruption en fatal korruption.
Solo un accionar sincero, profundo y objetivo que ponga al servicio de la Nación -¡sí, al servicio de la Nación y no la Nación al servicio de los espurios intereses del gobernante de turno!- posibilitará nuestra recuperación.
Los más idóneos, preparados, cultural y moralmente, que comprendan que les cabe ser ejemplo para la sociedad y no tiranos cuyo objetivo es engrosar su patrimonio y el de sus familiares lavando dinero y adueñándose de una cantidad tan grande de bienes que ni en cuatro generaciones podrán utilizar, son los responsables a cargo de quienes el futuro espera en su grandeza.
Para quienes sostienen que en este período K hubo cosas buenas, con firmeza les respondemos que no fue así, ya que tras un objetivo noble siempre hubo un fin espurio.
“Hace décadas, quienes aún permanecen en el poder fomentaban y difundían otras historias que los beneficiaron y convirtieron en enriquecidos y grandes propietarios, como la circular 1.050”.