Sentires de 1969
Hace 46 años, en julio de 1969, la llegada del hombre a la luna conmovió a la humanidad y varios argentinos, consultados por este diario, comentaron su sensación.
Vía telefónica, el primer consultado fue el premio Nobel Bernardo Houssay, quien aseguró que el hecho “es un ejemplo de cómo la técnica permite al hombre manejar la naturaleza”, lamentando a su vez que ese mismo progreso no alcanzara “al mundo espiritual”.
El ingeniero José María Arango, docente universitario, aseguró que el viaje fue “un concierto de maravillas” e imaginó “las aprobatorias sonrisas de Galileo y Newton”.
Vicente Egidi, titular de la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional, no dudó en antici- par que la conquista “cambiará las relaciones humanas entre los pueblos del planeta”.
El ingeniero Walter Daub, director del Departamento de Física de la Universidad Nacional del Sur, estaba tan entusiasmado que ya pensaba en Marte, “para lo cual se deberá operar desde una plataforma que gire alrededor de la Tierra o la luna”. Aseguró, además, que así se llegaría al “gran objetivo” de buscar otros mundos habitados.
Gustavo Perramon Pearson, intendente municipal, pidió a Dios “que también la inteligencia del hombre sea aplicada a encontrar fórmulas de convivencia para que todos puedan vivir con dignidad”.
Finalmente, el padre Osvaldo Francella, rector del Instituto Juan XXIII, aseguró que su emoción “excedía su capacidad de expresión” y alentó a que, “antes de seguir avanzando en el cosmos”, los hombres solucionen los problemas del hambre, las guerras y la injusticia social.
A casi medio siglo de aquella caminata, el mundo celebró recientemente el Día del Amigo en coincidencia con esa fecha, mientras los rusos intentan demostrar que el alunizaje jamás existió.