El teatro es municipal
Hace 57 años, en julio de 1958, volvió a la órbita comunal el Teatro Municipal, luego de depender durante casi diez años del Instituto Tecnológico y de la Universidad Nacional del Sur.
La construcción del teatro fue costeada con el aporte de los vecinos y con fondos municipales provenientes de la venta de la manzana comprendida por calles Portugal, Zeballos, Dorrego y Belgrano.
El proyecto se encargó a los arquitectos Durant y Mallet, autores, entre otras obras, del Gran Hotel de Sierra de la Ventana y del Centro Naval de la Capital Federal.
Adjudicados a Bernasconi-Luisoni, se inauguró en agosto de 1913, en una velada de gala que contó con la asistencia de 1.152 espectadores para presenciar la ópera Aída.
Apenas en operatividad, el Municipal fue concesionado a particulares y así se manejó hasta 1950, cuando fue transferido al Departamento de Extensión Cultural del Instituto Tecnológico del Sur. Fue el mismo año que cambió su nombre por el de “17 de Octubre”. Cuando en 1958 el coliseo volvió al municipio, crea- da la UNS en 1956, su deterioro era importante, sobre todo por la falta de mantenimiento.
El municipio asumió de inmediato su responsabilidad e inició los primeros trabajos tendientes a la puesta en valor de tan significativo edificio.
Actualmente, el coliseo es uno de los principales hitos arquitectónicos, culturales e históricos de nuestra ciudad.
En su sala recitaron poemas Alfonsina Storni y Almafuerte, filosofó Julián Marías, cantó el dúo Gardel-Razzano, actuaron las compañías de Blanca Podestá y Lola Membrives, entre tantísimas otras propuestas. Su escenario sirvió también para el desarrollo de funciones de boxeo y circos.
El próximo 11 de agosto celebrará sus 102 años, en plena actividad y con todo su esplendor.