Resurgió el misterio en torno a la pérdida del vuelo MH370
Los restos del avión que llegaron a una isla gala pertenecerían a un Boeing 777 y serán mandados a Francia para intentar desentrañar uno de los grandes enigmas de la aviación.
SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
FRANCIA - Los restos del avión que llegaron a la isla francesa La Reunión, en el Indico, pertenecen muy probablemente a un Boeing 777 y serán mandados a Francia para intentar desentrañar uno de los grandes misterios de la aviación: si pertenecen al vuelo MH370.
El descubrimiento -el miércoles- de la pieza, de 2 metros de largo y aspecto similar a una parte del ala de un avión, generó sentimientos encontrados entre los allegados de los 239 desaparecidos con el aparato de Malaysia Airlines que cubría la ruta Kuala Lumpur-Pekín el 8 de marzo de 2014.
"Los informes preliminares sugieren que los restos pertenecen muy probablemente a un Boeing 777, pero tenemos que verificar si es del vuelo MH370", precisó el primer ministro de Malasia, Najib Razak.
Las autoridades locales habían señalado previamente que no se descarta ninguna hipótesis, incluyendo su pertenencia a un Boeing 777.
La oficina especializada en investigación y accidentes de la aviación civil francesa (BEA) se hizo cargo de la investigación.
La región padeció otros accidentes aéreos, pero ninguno que implique a un Boeing 777.
Hasta ahora
La búsqueda realizada hasta el momento llevó a las autoridades implicadas a creer que el aparato cayó en el sur del océano Indico, debido a las señales del avión detectadas por satélite, pero nunca se encontró ninguna prueba física.
"Es manifiestamente un paso muy importante, y si estos restos proceden efectivamente del MH370, esto permitirá a las familias un desenlace", dijo el ministro de Transportes de Australia, Warren Truss.
"Mientras no haya una prueba del accidente, queda una esperanza, la idea de que pudo haberse posado en algún sitio. Si tenemos la prueba de que esta parte proviene del avión ahí empieza otro capítulo, y nuestro duelo empieza realmente", declaró Ghyslain Wattrelos, que perdió a su mujer y 2 hijos.
La pieza fue encontrada en Saint-André de La Reunión, en el litoral oriental de la isla, por empleados encargados de la limpieza de la orilla.