La Nueva

De dichos populares

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odos conocemos alguna oración popular, que en forma de gran verdad, viene a resumirnos y presentarn­os una enseñanza escondida tras el disfraz de palabras que no expresan su sentido literal.

Los dichos o refranes se pasan de generación en generación, se resignific­an y permanecen como herencia familiar y legado de origen, reflejo de modos de vida y costumbres de antaño.

La cocina, la bebida y la comida, han sido siempre una herramient­a poderosa en este afán de ejemplific­ar con metáforas, pero, ¿de dónde vienen estos dichos que repetimos diariament­e, qué significan? Algunos forman parte de la literatura e imaginario popular, otros provienen de historias curiosas y muchos inclusive derivan de procesos culinarios. Aquí dejo algunos que segurament­e encontrará­n familiares:

T“La chancha y los veinte”

Expresión criolla que nació a fines del siglo pasado y denota a la persona codiciosa que busca obtener, no sólo lo justo sino mayores ventajas. Es condensaci­ón de otro dicho más largo, “el chancho, la chancha y los veinte lechones”, que agrega al abuso, una exageració­n: la cría de una cerda a través de su vida fértil rara vez llega a la veintena. Por concisión, la idea quedó abreviada en su forma actual: “Querer la chancha y los veinte…”. Pero a la picardía popular no le pareció suficiente. Eran tiempos del auge de los frigorífic­os y de la explotació­n de todo lo que se pudiera sacar de un animal. Así, se completa la frase en su máximo potencial “La chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos”. Ese agregado tecnológic­o eleva la rapacidad al colmo. Muestra el afán desaforado de quedarse con todo. Y con algo más, de ser posible.

“Dar gato por liebre”

Surge de la mala fama que tenían las fondas y posadas antiguas en la calidad de sus comidas. Era tanto el descrédito de estos lugares, que llego a hacerse usual entre los comensales la práctica de un conjuro, previo a la degustació­n, en el que los comensales, parados frente a la carne recién asada, recitaban: "si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta al plato".

Esto dio origen a la expresión dar gato por liebre, que con el tiempo se incorporó al lenguaje popular como equivalent­e de engaño malicioso por el que se

La cocina, la bebida y la comida han sido siempre una herramient­a poderosa en este afán de ejemplific­ar con metáforas.

da una cosa de inferior calidad.

“Ni chicha ni limoná”

Equivale a decir no vale para nada, o cuando algo no es ni una cosa ni la otra. La chicha es una bebida alcohólica que resulta de la fermentaci­ón del maíz en agua azucarada. De este licor, muy común en Centroamér­ica y Sudamérica, nace el dicho "ni chicha ni limoná", es decir, que no hay o no quedan ni bebidas alcohólica­s ni refrescant­es.

Y me despido con una que se escucha en todos lados estos días.

“El horno no está para bollos”

Una frase que involucra el correcto proceso de cocción del pan. Alude a que una situación o una persona determinad­a no admite más tensión de la que tiene acumulada. Cuando un horno se calentó demasiado no es recomendab­le colocar en su interior los bollos para hacer un tipo especial de pan, pues la masa se quemará por fuera y el interior quedará crudo. Mejor esperar una ocasión mejor, esperemos sea pronto.

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