La Escuela Nº 11 extiende su camino de 125 años
En 1890 se inició con 16 alumnos. Desde 1950 en Bolivia 450, hoy recibe a 426. Ayer tuvo su gran fiesta.
El tiempo se compactó de repente en el gimnasio de La Piedad donde ayer, bajo el lema “125 años enseñando y aprendiendo juntos”, la Escuela Nº 11 "Ricardo Gutiérrez" , un emblema del barrio Noroeste, congregó a su comunidad en una celebración plena de color y emociones.
La educación es la herramienta fundamental de los pueblos libres. Este motivo, por sí solo, revela la magnitud de la importancia que revisten los 125 años de una institución. Se trata, entonces, de valorar la misión educadora en su total y exacta dimensión, y de celebrar un prolongado y fructífero trayecto pleno de logros y realizaciones.
Dicha reflexión prologó el acto que congregó a la comunidad de la Escuela Nº 11 "Ri- cardo Gutiérrez" que ayer por la mañana, en el gimnasio del Instituto Técnico La Piedad, celebró bajo el lema “125 años enseñando y aprendiendo juntos”.
Autoridades comunales y educativas se unieron a la emotiva ceremonia donde se sucedieron homenajes, sentidas palabras y expresiones artísticas.
Las distinciones fueron para Noemí Corral (exalumna, docente y directora), y para María Teresa Beber, quien ejerció la dirección durante el centenario de la escuela.
Dirigido por el profesor Favio Arévalo, el coro conmovió a los presentes con el tema Todos somos uno.
La bandera fue portada por Nahiara Hans, escoltada por Bianca Mario y Alexis Barruetto. La enseña bonaerense llegó en las manos de Abigail Cruz Vargas junto a Axel Molina y José Parra.
“No podemos decir misión cumplida porque la tarea de la escuela no tiene ni tendrá fin. Nuestro desafío es revalorizar todo lo construido y apuntar hacia el futuro, estableciendo metas no tan ambiciosas que resulten irrealizables, ni tan poco intensas que impidan que nuestra imaginación vuele”, señaló la directora María del Carmen Rodríguez.
Aprender es un placer, pero el placer de aprender nunca se comparará con el placer de enseñar. Y como enseñar es dejar huellas en las vidas, la Escuela Nº 11 las ha dejado imborrables en cada una de las personas que pasaron por sus aulas.