Los controles tan necesarios
EL TERRIBLE desfalco que habría realizado el exsecretario de Obras Públicas de la Nación José López, el posible enriquecimiento ilícito del exministro de Planificación, Inversión Pública y Servicios Julio de Vido, y otros muchos casos de corrupción que están saliendo a la luz en los últimos meses dan cuenta de la necesidad de realizar un control más estricto por parte de los poderes públicos. LA RECIENTE negativa del Concejo Deliberante local para formar una comisión investigadora para repasar cómo el gobierno nacional financió obras en nuestra ciudad no debiera conformar un impedimento para generar alternativas que permitan al departamento Ejecutivo y Legislativo estar al tanto de las inversiones a futuro en la ciudad, muchas de las cuales resultan vitales para su desarrollo y por las cuales se ha esperado décadas. EN POCAS semanas comenzará -según anuncios oficiales- la construcción de las etapas II y III de la planta de tratamientos de líquidos cloacales de la tercer cuenca por parte de Aguas Bonaerenses SA (ABSA), sociedad anónima calificada por sus nuevos administradores como “una cáscara vacía”, saqueada y vaciada durante la última década. SE HABLA además de un importante avance en el inicio del acueducto del Río Colorado, proyecto centenario que atendería la demanda de agua por los próximos 50 años, como fuente complementaria del complejo de Paso de las Piedras y de las distintas captaciones alternativas. SE TRATA de inversiones varias veces millonarias, de obras clave para el futuro de la ciudad y la región, y que serán pagadas con dineros públicos, con aportes que a través de impuestos y otros medios aportan todos los habitantes. DE ALLÍ en parte el derecho a controlar, auditar y estar al tanto de la marcha de los trabajos, los pagos que se realicen, los ajustes que se acuerden y las obras adicionales que se pacten, entre otros componentes de este tipo de emprendimientos. HISTÓRICAMENTE TANTO la Provincia como la Nación han sido poco contestes a los pedidos de informes generados desde el departamento Ejecutivo o el deliberativo. Nunca informan sobre avances de obra, montos de contratos, certificaciones, ajustes y demás cuestiones a veces muy significativas. NO SE puede visitar los trabajos para verificar avances, no se sabe de desacuerdos y renegociaciones. Esta cuestión merece ser revisada y permitir que se tenga realmente un gobierno abierto y acceso a toda la información. La cosa pública es eso: de todos.